Warner Bros. ha anunciado que ‘Joker 2’ llegará a las plataformas de streaming el próximo 29 de octubre en Estados Unidos, en un intento por reducir las pérdidas de lo que ha resultado ser un fracaso histórico. Tanto la crítica como el público han sido implacables, calificando la película como una de las mayores decepciones cinematográficas de todos los tiempos. Ante esta situación, la compañía ha reconocido que ‘Joker: Folie à Deux’ probablemente tenga un recorrido limitado en los cines.
El desastre financiero de Joker 2
El panorama financiero de Warner Bros. es tan sombrío como la propia Gotham para Arthur Fleck. La compañía ha invertido 200 millones de dólares en la producción de ‘Joker 2’, además de otros 100 millones destinados a marketing y distribución. Sin embargo, la recaudación hasta el momento asciende a solo 165 millones de dólares, lo que pone al estudio frente a una pérdida potencial de hasta 200 millones, según informa Variety. Este fiasco promete ser recordado durante décadas, marcando un punto crítico para Warner, que había encontrado cierto respiro en taquilla gracias a ‘Bitelchús, Bitelchús’.
La decepción del público
La recepción de ‘Joker 2’ ha sido tan desfavorable que se perfila para ser recordada como una de las secuelas más desconcertantes y mal recibidas, casi como si hubiera sido diseñada deliberadamente para defraudar las expectativas del público. La puntuación de la audiencia en Rotten Tomatoes es de las más bajas para una película de su género, y no resulta sorprendente dada la reacción generalizada.
¿Qué ha sucedido con ‘Joker 2’? La decepción del público abarca varios niveles. Por un lado, muchos critican la excesiva carga musical, argumentando que las canciones son demasiado largas y aburridas. Aunque esto puede ser una cuestión de gustos, considero que el problema principal va más allá. Desde un punto de vista cinematográfico, no se puede decir que sea una mala película; sin embargo, parece haber fallado en capturar la esencia que hizo memorable a la primera entrega, desviándose de las expectativas y el tono que el público esperaba.
Empatía con el villano
La primera película de ‘Joker’ (2019) nos sumergía en la construcción del personaje a través del sufrimiento y el trauma. Presentaba a un hombre destruido y atormentado, consumido por la envidia y la desesperación ante la imposibilidad de alcanzar las metas inalcanzables que su mente trastornada le había impuesto. Una infancia traumática, los malos tratos, la violencia sexual, las humillaciones constantes y las decepciones habían convertido a Arthur en un enfermo mental crónico y dependiente de los fármacos, quien además, para colmo, perdía el acceso a la cobertura médica gratuita. Todo esto se desarrollaba en una atmósfera sórdida y opresiva, donde los destellos de luz eran prácticamente inexistentes, apenas ofreciendo un atisbo de esperanza en medio de la oscuridad.
No soy un gran fan de las películas que nos obligan a empatizar con un villano, especialmente cuando se trata de El Joker, quien terminará siendo la némesis más cruel de Batman y un maestro del crimen que mantendrá a los habitantes de Gotham aterrorizados. Sin embargo, el enfoque de la primera película es tan crudo, realista y despiadado que es difícil no ponerse del lado de Arthur y comprender por qué su mente trastornada creó la máscara del Joker como un mecanismo de defensa frente a un mundo hostil que nunca le brindó una oportunidad. Una vez que nos sumergimos en el juego que Todd Phillips propone, resulta casi natural desear ver arder a Gotham.
Además, en la primera película se nos presenta a Bruce Wayne, aún un niño que acaba de perder a sus padres a manos de uno de los seguidores de Arthur. Con este contexto, y considerando que Batman aún no aparece para salvar a Gotham por su corta edad, el público esperaba ver la transformación de Arthur en ese Joker que desataría el terror en la ciudad. Sin embargo, eso no fue lo que ocurrió.
¡’Joker 2: Folie à Deux’ terminó siendo un fiasco argumental. ¿De qué sirve empatizar con el sufrimiento de un hombre tan desgraciado si, al final, ni siquiera le permiten convertirse en el Joker que todos esperaban? Esta secuela ha transformado lo que prometía ser una poderosa duología en un sinsentido, haciendo que el viaje emocional de la primera película parezca una pérdida de tiempo. Estas son las consecuencias de intentar regañar o sermonear al público: la audiencia percibe la falta de autenticidad, y el boca a boca hizo el resto para sellar el destino de la película.