Imagen: Gtres
La seguridad de la Princesa Amalia de Holanda se vio comprometida a finales de 2022 tras recibir amenazas de mafias. Esta situación llevó a la ‘royal’ a trasladarse a Madrid, donde continuó con su formación universitaria y fue recibida cordialmente por los Reyes de España. Sin embargo, su decisión de mudarse no puso fin a sus problemas. Recientemente, Amalia enfrentó una nueva amenaza que la hizo temer por su seguridad una vez más.
Incidente en Ámsterdam
A principios de mes, la seguridad de la Princesa se vio comprometida en los alrededores de su residencia en Ámsterdam. Dos individuos fueron identificados como posibles «traficantes de cocaína» y su presencia generó inquietud entre los guardaespaldas de Amalia. El incidente culminó en un forcejeo entre los escoltas y los sospechosos, quienes intentaron ingresar a la zona restringida.
Confusión en Amberes
A inicios de agosto, la situación se complicó aún más cuando la policía de Amberes detuvo a varios sospechosos que presuntamente seguían a la Princesa por carretera. Según el portal ‘Het Parool’, un vehículo con ciudadanos holandeses tomó la misma ruta que el automóvil de Amalia, lo que llevó a los agentes a detener el coche. Tras una intensa intervención, los detenidos fueron liberados tras una hora de interrogatorio, al confirmarse que no había intención de seguir a la Princesa. Entre ellos se encontraba el conocido presentador y DJ holandés Serginio Piqué. El abogado de los detenidos ha solicitado a la familia real un reconocimiento o compensación por la intervención de los servicios de seguridad belgas.
Protección constante
Desde que el líder de la mafia que amenazó a Amalia desapareció, los guardaespaldas de la Princesa han intensificado sus medidas de protección. A pesar del riesgo continuo, Amalia sigue comprometida con sus obligaciones oficiales y continúa participando en eventos importantes, como los recientes Juegos Olímpicos 2024. Su equipo de seguridad mantiene una vigilancia constante para protegerla de cualquier amenaza potencial.