Stellar Blade llegó hace menos de un mes en exclusiva a PlayStation 5, aunque es ahora cuando está en el centro de la polémica. Lo nuevo del estudio surcoreano Shift Up es una aventura de acción que combina elementos de juegos como NieR: Automata y los títulos de From Software. Es una especie de mezcla de Hack and Slash y Soulslike.
Hasta aquí todo bien, pero el problema viene por la imagen que se le da a su protagonista. Sus pechos son desproporcionados y rebotan a cada paso. La cámara se recrea en su trasero cada vez que sube una escalera. A pesar del terreno abrupto, lleva tacones, detalle en el que los focos también tienden a fijarse. Además, una opción permite hacer que luzca un traje color carne, que sugiere todavía más la fantasía de que lucha desnuda. Se llama Eve, y se dedica a pelear contra insectos gigantes.
En redes sociales se han vertido miles de comentarios sobre Eve, sobre las físicas de sus pechos y sobre si las empresas de videojuegos “ya no saben diseñar a mujeres atractivas”, como esgrimen penosamente muchos incels. Una discusión que no es nueva y que ya tuvimos con el rediseño de Lara Croft en 2013 o con Horizon: Forbidden West.
No es la primera vez que la polémica rodea a un videojuego asiático y muchos estudios están tomando cartas en el asunto para hacer que sus obras sean bien recibidas en todo el mundo. Ante la crítica, lo que ha hecho el estudio responsable de Stellar Blade, Shift Up, ha sido defender su libertad creativa y el diseño de sus personajes.
Garmergate
La polémica de Stellar Blade ha inflamado las redes sociales, en lo que parece un nuevo capítulo del Gamergate, que es básicamente la lucha entre jugadores conservadores y progresistas y que comenzó en 2014.
Esa disputa tuvo un episodio destacado a finales de marzo, cuando el nombre de una empresa dio la vuelta al mundo digital: Sweet Baby. Fundada en 2018 y con sede en Montreal (Canadá), ofrece consultoría a varios videojuegos durante su desarrollo para promover la diversidad en sus personajes.
Solo tiene 16 empleados, pero ha intervenido en algunos de los juegos más exitosos y costosos de los últimos tiempos, como Spider-Man 2 (que cuenta con un científico de género neutro), God of War. Ragnarok (en el que una gigante de la mitología nórdica, Angerboda, es una niña negra) o Alan Wake 2 (cuya coprotagonista es negra).