Desde el 7 de octubre de 2023, el conflicto en la región de Medio Oriente ha dejado un saldo trágico y en los Territorios Palestinos Ocupados. Según las autoridades sanitarias de los Territorios Palestinos, cerca de 750 personas han muerto y más de 6.250 han resultado heridas en Cisjordania y Jerusalén, a manos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) tras los ataques del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
Un informe del Ministerio de Sanidad palestino indica que, de los 741 civiles palestinos asesinados, 163 eran niños. Esta cifra se ha incrementado considerablemente desde que Israel intensificó sus operaciones en la región tras los ataques perpetrados por Hamás, que resultaron en la muerte de aproximadamente 1.200 personas israelíes y la captura de cerca de 240 rehenes. La violencia ha llevado a un número abrumador de heridos, con más de 6.250 personas afectadas durante este periodo crítico.
La situación humanitaria en la Franja de Gaza es igualmente alarmante. Según el Ministerio de Exteriores gazatí, hasta la fecha, 41.802 personas han perdido la vida y más de 96.800 han resultado heridas como resultado de la ofensiva militar israelí. Sin embargo, las autoridades de Gaza advierten que estas cifras pueden ser incompletas, dado que es probable que existan víctimas entre los escombros de edificios destruidos o en áreas que son inaccesibles debido a la violencia y el asedio.
Además del sufrimiento en Cisjordania y Gaza, el conflicto ha tenido repercusiones en otros países de la región. En Líbano, donde las fuerzas israelíes han intensificado sus ataques, se han reportado aproximadamente 2.000 muertes. La capital, Beirut, ha sido escenario de bombardeos constantes, lo que ha incrementado la desesperación entre la población civil.