El Banco Central de Rusia elevó su tasa de interés clave del 19% a un histórico 21%, elevándola incluso más alta que la tasa de emergencia introducida inicialmente después de la invasión a gran escala de Ucrania, mientras los funcionarios se apresuraban a proteger la economía de las sanciones occidentales.
Una política de choque beligerante contra la tendencia alcista de precios
Los analistas habían anticipado ampliamente un aumento de tasas del 1%, ya que la inflación sigue pesando sobre la economía rusa en medio del aumento del gasto militar para la guerra en Ucrania. Pero el aumento del viernes del 2%, que se produce después de múltiples aumentos de tasas durante el año pasado, indica esfuerzos cada vez más agresivos del Banco Central para frenar la inflación.
«Las expectativas de inflación siguen aumentando», dijeron los responsables de la política monetaria en un comunicado. «El crecimiento de la demanda interna está superando significativamente las capacidades para expandir la oferta de bienes y servicios».
«Se requiere un mayor endurecimiento de la política monetaria para garantizar el regreso de la inflación al objetivo y reducir las expectativas de inflación», agregó el banco, señalando que podría aumentar aún más las tasas en su próxima reunión del 6 de noviembre. El Banco Central de Rusia fija su objetivo de inflación en el 4%.
El regulador dijo que el crecimiento de los precios desestacionalizado el mes pasado subió al 9,8% interanual desde el 7,5% de agosto. La inflación subyacente, por su parte, aumentó al 9,1% desde el 7,7% del mismo periodo. «En el horizonte de mediano plazo, el balance de los riesgos de inflación todavía está significativamente inclinado al alza», dijo el Banco Central el viernes, señalando que espera una inflación anual entre el 8% y el 8,5% para fines de 2024.
Rusia se ha enfrentado a precios volátiles desde que envió tropas a Ucrania en febrero de 2022, lo que provocó un aluvión de sanciones occidentales y estrictas contramedidas en un intento por estabilizar la economía. También se ha disparado el gasto en defensa a medida que Moscú aumenta la producción de armas para la guerra en Ucrania.
Consecuencias de la economía de guerra
Según el presidente Vladimir Putin, Rusia gastará casi el 9% de su PIB en defensa y seguridad este año, una cifra sin precedentes desde los días de la Unión Soviética. Ese aumento en el gasto estatal, combinado con una escasez récord de mano de obra en varios sectores, ha creado una espiral inflacionaria de la que Rusia no ha podido librarse a pesar de un aumento gradual de las tasas de interés.
Dado que gran parte del gasto está siendo impulsado por el Estado, que es menos sensible a los mayores costos de endeudamiento, los analistas temen que los aumentos de las tasas de interés no sean una herramienta efectiva contra la inflación.