Imagen: incendio forestal en Grecia
El año 2024 marcó un hito en la historia del cambio climático al superar, por primera vez desde que existen registros, el límite de 1,5 °C de aumento en la temperatura global establecido por el Acuerdo de París. Según el Servicio de Cambio Climático Copernicus (CS3), la temperatura promedio global del año pasado fue 1,6 °C superior a los niveles preindustriales, lo que refuerza las preocupaciones sobre los efectos irreversibles del calentamiento global.
El análisis publicado por Copernicus resalta que 2024 registró temperaturas récord diarias, mensuales y anuales, consolidando una tendencia al alza que se ha intensificado en la última década. Este informe, basado en observaciones científicas, busca instar a políticos y líderes globales a tomar medidas urgentes frente a un problema que ya genera efectos devastadores para los cuales no hay preparación suficiente.
Evidencias científicas irrefutables
«El clima sigue calentándose«, advirtió Carlo Buontempo, del Centro de Previsiones Climáticas de Medio Rango (ECMWF), durante la rueda de prensa en la que se presentaron las conclusiones del informe. Buontempo destacó que las evidencias científicas son claras y no dejan margen para interpretaciones subjetivas.
El informe revela que, en comparación con el promedio del periodo 1991-2020, la anomalía térmica global fue de 0,72 °C, mientras que respecto a la era preindustrial alcanzó 1,6 °C. A nivel mensual, este umbral se superó en 11 de los 12 meses de 2024.
Europa, la región que más rápido se calienta
Aunque el calentamiento fue generalizado en todo el mundo, Europa destacó como una de las regiones más afectadas, con un aumento de 1,47 °C por encima de los niveles preindustriales. Según Mauro Fracchini, de la Comisión Europea, esta tendencia confirma que el continente se calienta más rápido que otras regiones del planeta.
El hemisferio norte, donde se encuentra España, registró un incremento en los días de estrés por calor, definidos como aquellos en los que las altas temperaturas y la baja humedad afectan significativamente al cuerpo humano. El 10 de julio de 2024, casi el 44% de la población mundial enfrentó niveles fuertes o extremos de estrés térmico.
Aguas más cálidas, lluvias torrenciales
Otro indicador alarmante fue el calentamiento de los océanos. La temperatura media de la superficie marina alcanzó 10,69 °C, superando en 1,47 °C la media del periodo 1991-2020 y estableciendo un récord. Este fenómeno, combinado con niveles récord de vapor de agua en la atmósfera, intensificó eventos climáticos extremos como las DANAs.
El devastador episodio de lluvias torrenciales en Valencia el pasado octubre es un ejemplo de cómo el calentamiento del Mediterráneo agrava estos fenómenos. «Estos eventos extremos aumentarán«, advirtió Buontempo, señalando que casos similares también se registraron en Alemania, Eslovenia y la República Checa.
Por otro lado, el hielo de los polos, un indicador clave del cambio climático, continuó reduciéndose en 2024. Tanto en el Ártico como en la Antártida, la extensión de hielo estuvo significativamente por debajo de la media, reforzando una tendencia preocupante que persiste año tras año.
La acción humana como principal causa
Aunque factores como el fenómeno de El Niño contribuyeron al aumento de temperaturas, el informe subraya que la acción humana es la principal responsable del cambio climático. En 2024, las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente de dióxido de carbono y metano, alcanzaron niveles sin precedentes.
Samantha Burgess, experta en clima del ECMWF, destacó que las emisiones sostenidas están detrás del aumento de temperaturas, olas de calor y lluvias torrenciales que causaron sufrimiento a millones de personas. «Nuestros datos evidencian que el cambio climático sigue siendo impulsado por la actividad humana«, concluyó.
