El ejército de Israel ha confirmado que en una reciente operación dirigida contra la cúpula de Hizbulá, en la que bombardearon un búnker en el sur de Beirut, lograron matar al líder del grupo, Hasan Nasrala, junto a varios altos mandos de la organización chiita libanesa. La operación, que tuvo lugar el viernes en la zona de Dahieh, también resultó en la muerte de al menos 20 dirigentes de Hizbulá, aunque el grupo solo ha reconocido algunas de estas bajas.
Durante el ataque, Hizbulá ha confirmado la muerte de Nasrala, mientras que en operaciones posteriores murieron otros tres de sus comandantes. Entre los lugartenientes caídos se encuentran Ibrahim Hussein Jazini, jefe de seguridad de Nasrala, y Samir Tawfiq Dib, su asesor de confianza. El ejército israelí también informó sobre la muerte de Hasán Jalil Yasín, comandante del frente norte e importante miembro de la inteligencia del grupo, Nabil Qaouk, jefe del consejo de seguridad y miembro del consejo central de Hizbulá, y Ali Karaki, responsable de las fuerzas del sur del grupo.
El bombardeo del búnker fue ejecutado por aviones de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), que señalaron que Karaki estaba junto a Nasrala en el momento del ataque. Israel acusa a Qaouk de estar involucrado en la planificación de complots terroristas contra el Estado y sus ciudadanos.
Este golpe a Hizbulá marca una escalada significativa en el conflicto entre Israel y el grupo chiita, ya que la muerte de Nasrala y varios de sus altos mandos su