Los socios ultranacionalistas del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, han lanzado una advertencia tajante: están dispuestos a derribar el Gobierno de coalición si Netanyahu acepta la última propuesta de alto el fuego en Gaza presentada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. El acuerdo, que incluye tres fases y busca poner fin a más de siete meses de conflicto en la Franja de Gaza, garantiza la liberación de rehenes y la reconstrucción del enclave palestino devastado por los combates.
Rechazo de los ministros ultranacionalistas
Los ministros de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, y de Finanzas, Bezalel Smotrich, expresaron este sábado su rechazo al acuerdo. «El acuerdo, según los detalles publicados hoy, significaría poner fin a la guerra y renunciar a destruir a Hamás», declaró Ben Gvir. El líder de la extrema derecha religiosa considera que la propuesta implica «el fin de la guerra y el abandono del objetivo de destruir a Hamás«. Ha dejado claro que su formación «desmantelará el Gobierno» si el acuerdo se materializa, como desean Biden y los líderes de Qatar y Egipto, mediadores de las negociaciones entre Israel y la milicia islamista palestina.
El líder de la oposición, Yair Lapid, criticó a Ben Gvir y Smotrich por amenazar la estabilidad del Gobierno y abandonar «la seguridad nacional, a los rehenes y a los residentes del norte y del sur». Lapid calificó al actual gobierno como «el peor y más despiadado en la historia del país«. Además, se comprometió a apoyar a Netanyahu si sus socios de extrema derecha le retiran definitivamente su apoyo.
La posición de Netanyahu
El primer ministro Netanyahu ha insistido en que la propuesta de alto el fuego no cambiará las condiciones de Israel. «Las condiciones de Israel para terminar con la guerra no han cambiado: «la destrucción de la capacidad militar y de gobierno de Hamás, la liberación de todos los rehenes y la garantía de que Gaza ya no representa una amenaza para Israel», declaró la oficina del primer ministro en un comunicado publicado en redes sociales. La propuesta de Biden busca una solución pacífica y sostenible al conflicto, pero enfrenta una fuerte resistencia dentro del propio Gobierno israelí. La tensión entre los socios de la coalición y la presión internacional complican la situación de Netanyahu, quien deberá navegar entre las demandas de sus aliados ultranacionalistas y las expectativas de la comunidad internacional.