El escenario global se ve sacudido por una serie de conflictos que amenazan con desestabilizar el sistema de protección de los derechos humanos, erigido tras los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Desde la guerra en Ucrania hasta el conflicto en Oriente Próximo y la tragedia en Gaza, la violencia se expande peligrosamente por la región, poniendo en entredicho los pilares fundamentales del Derecho Internacional.
Crímenes de guerra
Según el último informe de Amnistía Internacional, la situación de los derechos fundamentales en el mundo es sombría como nunca se había visto. Los crímenes de guerra se han vuelto una realidad alarmantemente común, los principios más básicos son vulnerados sin temor al castigo, y los límites establecidos en 1945 han sido traspasados, todo ello en un contexto de impunidad generalizada y silencio cómplice por parte de muchos gobiernos.
Uno de los años más convulsos en décadas
Jean Claude Samouiller, presidente de Amnistía Internacional, advierte que estamos frente a un desprecio total por la vida y los derechos humanos, lo que representa un punto de inflexión en la historia del Derecho Internacional. El informe de la organización, que abarca 155 países, documenta los crímenes de guerra y atrocidades ocurridos durante el último año, catalogado como uno de los más convulsos en décadas.
Inacción de la comunidad internacional
El Derecho Internacional parece papel mojado en zonas como Ucrania y los territorios palestinos, donde se recaban pruebas de crímenes de guerra que socavan sus fundamentos. La falta de una respuesta contundente por parte de la comunidad internacional ante estas violaciones resulta especialmente preocupante.
Impunidad ante los crímenes
Budour Hassan, investigadora de Amnistía Internacional en Israel y los territorios palestinos, relata testimonios desgarradores de supervivientes de ataques indiscriminados, denunciando la impunidad que prevalece en medio de la devastación. La situación se deteriora gravemente, con ataques a lugares sagrados, hospitales y escuelas, erosionando aún más los derechos y la seguridad de la población civil.
Estados Unidos como uno de los principales responsables
La organización responsabiliza a países como Estados Unidos, que suministra armas a Israel utilizadas en crímenes de guerra, y critica la pasividad de los aliados de Israel en poner fin a la violencia en Gaza. Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional, lamenta la complicidad de estos países, que fueron artífices del sistema jurídico internacional diseñado para proteger los derechos humanos.