Lloyd Austin, secretario estadounidense de Defensa, ha anunciado que Estados Unidos ha aprobado un paquete de ayuda adicional de 500 millones de dólares a Ucrania. Este será, probablemente, el último paquete de ayudas que emita la Administración del actual presidente, Joe Biden.
El secretario estadounidense de Defensa, Lloyd Austin, lo anunció el jueves en Ramstein, Alemania, donde se han reunido representantes de la coalición de 15 países que han asumido el liderazgo del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania. El grupo está formado por unos 50 Estados, que tratan de establecer líneas de apoyo a Ucrania.
Según ha afirmado Austin ante la prensa alemana, el nuevo paquete de ayuda adicional incluye “misiles adicionales para las defensas aéreas ucranianas, más munición y más municiones aire-tierra y otros equipos para apoyar los F-16 de Ucrania”.
La cincuentena de países del Grupo de Contacto ha aportado a Ucrania 122.000 millones de dólares (118.000 millones de euros) en los casi tres años transcurridos desde la invasión rusa en febrero de 2022, afirmó Austin.
Un ataque con bombas guiadas rusas mató el miércoles al menos a 13 personas e hirió a otras 63 en la ciudad de Zaporizhzhia
El Grupo de Contacto ha permitido, gracias a su labor, que el apoyo a Ucrania fuera realizado de una manera “coordinada, eficiente y sostenible”. Así mismo, según Austin, esta labor ha permitido también que Kiev pudiera “absorber más rápidamente” la ayuda recibida, señaló Austin, realizando de forma indirecta un alegato a favor del mantenimiento de este formato.
Ucrania lanza una ofensiva sobre Kursk
El Ministerio de Defensa ruso en Moscú anunció el pasado lunes que había detenido un “intento de avance” de las fuerzas armadas ucranianas a unos 80 kilómetros al suroeste de la capital regional de Kursk. Este ataque está previsto por las fuerzas rusas desde hace varias semanas, y se especulaba sobre la fecha en la que Ucrania lo llevaría a cabo.
El coronel Markus Reisner, historiador militar austriaco, predijo ya a mediados de diciembre este escenario, en una entrevista con DW. Desde su punto de vista, Ucrania intentará demostrar una vez más, “antes de que Donald Trump asuma la presidencia de Estados Unidos”, que tiene sentido apoyarlos.
El Ejército ucraniano está cada vez más presionado en la región de Kursk y ya ha perdido aproximadamente la mitad del territorio que ocupaba hace cinco meses, afirmó Reisner. La zona, de unos 500 kilómetros cuadrados y controlada actualmente por Ucrania, está expuesta a ataques rusos desde tres flancos. El impulso actual podría ser un intento de “salir de esa burbuja”.
Markus Reisner cree también que “si nos fijamos en el noreste de Ucrania, el frente no está completamente asegurado por la parte rusa. Hay algunas zonas que se prestan a mayores avances para lograr el máximo éxito antes de posibles negociaciones”.