Francia se mantendrá al margen de las conversaciones sobre el clima que se llevan a cabo en la capital azerí después de que Ilham Aliyev acusara a París de «crímenes» y «violaciones de los derechos humanos» en territorios de ultramar, incluida Nueva Caledonia, en el Pacífico Sur, donde 13 personas murieron este año en protestas que estallaron en mayo por una controvertida reforma electoral.
Referencias al pasado colonial francés y ataques por Nueva Calcedonia
El miércoles, Pannier-Runacher dijo al Senado francés: «Las palabras del presidente Aliyev contra Francia y Europa cuando se inauguró la COP29 en Bakú son inaceptables». El líder de Azerbaiyán estaba utilizando «la lucha contra el cambio climático para una agenda personal vergonzosa», agregó. Anteriormente, Aliyev había denunciado que «el régimen del presidente Macron mató a 13 personas e hirió a 169 (…) durante las protestas legítimas del pueblo canaco en Nueva Caledonia».
En las redes sociales, Pannier-Runacher publicó: «Azerbaiyán está instrumentalizando la lucha contra el cambio climático para su propia agenda personal indigna. Estos ataques constituyen una violación flagrante del Código de Conducta de la CMNUCC. No quedarán sin respuesta». Aliyev también acusó a Francia de mantener la isla mediterránea de Córcega y los lejanos territorios insulares de ultramar de París «bajo el yugo colonial».
El gobierno azerí en favor de los movimientos independentistas franceses
Azerbaiyán ha sido anfitrión de un grupo de movimientos independentistas de los territorios franceses de ultramar en un aparente intento por atacar a París, que durante mucho tiempo ha apoyado a Armenia, archirrival de Bakú. Los últimos ataques de Aliyev fueron «una violación flagrante del código de conducta» que suele prevalecer en las históricas conferencias de la ONU sobre el cambio climático, dijo Pannier-Runacher.
«Los ataques directos a nuestro país, sus instituciones y sus territorios no pueden justificarse», añadió, apuntando también a «las palabras de Azerbaiyán a favor de la energía fósil». Esto se produce después de que Aliyev llamara al petróleo y al gas «un regalo de Dios» en su discurso de apertura ante la COP el martes.
Pannier-Runacher consideró que las declaraciones del presidente azerí eran «indignas de la presidencia de la COP».En cambio, esperaba destacar una «dinámica positiva» en la conferencia en el petroestado de Azerbaiyán, donde Brasil y Gran Bretaña anunciaron nuevos objetivos de emisiones.
Si bien Macron y Barnier respaldaron a Pannier-Runacher para que no asistiera personalmente, «los equipos negociadores de Francia no escatimarán esfuerzos, con mi apoyo a distancia (…) para proteger el planeta y nuestras poblaciones», agregó. «Continuaremos abogando por el más alto nivel de ambición en la implementación del Acuerdo de París» de 2015, dijo Pannier-Runacher.