Hasan Doğan, jefe del gabinete del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, es una de las figuras más poderosas e influyentes del gobierno de Turquía. Su rol excede lo meramente ceremonial, ya que controla el acceso al presidente, influye en decisiones clave y tiene más peso que cualquier ministro o vicepresidente.
Con formación en teología, Doğan comenzó su carrera política en el islamista Partido de la Felicidad, y se unió al AKP poco después de su fundación en 2001. Empezó como miembro juvenil del partido, llegando a ser orador en mítines de Erdogan. Con el tiempo, ascendió hasta convertirse en su asesor más cercano y jefe de gabinete desde 2008, tanto durante la etapa de Erdogan como primer ministro como después, cuando asumió la presidencia.
Su influencia es tal que puede determinar nombramientos, retrasar decisiones y filtrar información al presidente. Doğan comprende a fondo los impulsos y preferencias de Erdogan, y los utiliza para orientar sus decisiones, incluso manipulando los medios para favorecer a ciertos candidatos a cargos públicos. Con acceso ilimitado al presidente, actúa como intermediario entre Erdogan y el resto del aparato estatal.
Nacido en una familia humilde en Kızılcahamam, Ankara, Doğan ha acumulado una gran fortuna. Según informes, cobra comisiones a cambio de facilitar reuniones con el presidente, en algunos casos superiores a los 100.000 dólares. Estas acusaciones provienen de informantes que lo vinculan con la venta de acceso y favores gubernamentales.
Doğan también ha sido señalado por sus vínculos con figuras islamistas radicales. Documentos filtrados lo muestran ayudando a individuos como Yasin al-Qadi, un empresario saudí en listas de sanciones internacionales por presuntos vínculos con Al-Qaeda, y Osama Qotb, sobrino del ideólogo de los Hermanos Musulmanes. En estos casos, intercedió ante embajadas extranjeras o facilitó entradas a Turquía y residencias legales, incluso cuando las personas involucradas enfrentaban restricciones de viaje o condenas previas.
En 2013, Doğan ayudó a gestionar los intentos de al-Qadi por obtener una visa Schengen, a pesar de su prohibición. Además, intervino para permitir la entrada y residencia del clérigo radical kuwaití Hakim al-Mutairi, vinculado a grupos extremistas. A pesar de su detención en 2023 por orden de Kuwait, fue liberado rápidamente tras la intervención del gobierno turco.
Actualmente, se reporta que Doğan trabaja junto con el ministro de Relaciones Exteriores Hakan Fidan, ex jefe del servicio de inteligencia, para posicionarlo como sucesor de Erdogan en caso de su salida por motivos de salud o fallecimiento. Esta estrategia permitiría a Doğan mantener su influencia en una etapa post-Erdogan.
Como figura clave en la burocracia turca, Doğan tiene poder para agilizar o frenar procesos gubernamentales. Controla la agenda presidencial, bloquea reuniones de ministros y hace llegar documentos al presidente para su firma sin que estos sean revisados a fondo. Su capacidad para manipular el flujo de información y decisiones lo convierte en una fuerza silenciosa pero determinante en el gobierno turco.
A pesar de su poder, Hasan Doğan rara vez aparece en público o realiza declaraciones. Prefiere operar desde la sombra, pero su papel como guardián del presidente lo convierte en un actor esencial en la política y el futuro de Turquía