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Varias milicias chiíes respaldadas por Irán en Irak estarían dispuestas a deponer las armas, según un informe de Reuters publicado este lunes. La decisión busca evitar una escalada con Estados Unidos, que podría incluir ataques aéreos ordenados por el expresidente Donald Trump si los grupos armados se niegan a desarmarse.
Entre las facciones que analizan esta opción están Kataib Hizbulá y el movimiento Nujaba, ambas integrantes de las Fuerzas de Movilización Popular (PMF, por sus siglas en inglés), una coalición paramilitar que mantiene vínculos estrechos con Teherán. Un comandante de Kataib Hizbulá señaló que Trump “está dispuesto a intensificar el conflicto”, lo que ha impulsado a las milicias a evitar un choque directo con Washington.
De acuerdo con fuentes militares y funcionarios entrevistados, las milicias han recibido luz verde del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC) para tomar las medidas que consideren necesarias con el fin de esquivar un enfrentamiento. Algunos grupos han comenzado a evacuar sus bases y han reducido su presencia en áreas urbanas clave ante el temor de ataques aéreos inminentes.
Isat al-Shahbandar, político cercano al gobierno iraquí, afirmó que las conversaciones entre el primer ministro Mohammed Shia al-Sudani y las milicias están avanzadas. Según indicó, los líderes de las PMF son conscientes de que podrían convertirse en objetivos si no aceptan el desarme.
Washington ha clasificado a varias de estas milicias —incluyendo a Kataib Hizbulá— como organizaciones terroristas, debido a sus ataques contra tropas e intereses estadounidenses en suelo iraquí.
El clima se tensó aún más en marzo, cuando Trump envió una carta al líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, planteando un ultimátum: negociar el programa nuclear iraní y disolver las milicias. Trump ha reiterado su voluntad de negociar directamente con Teherán, aunque ha amenazado con “bombardeos devastadores” si no se alcanza un acuerdo.
Por su parte, Irán ha rechazado las conversaciones directas, calificándolas de inútiles si se acompañan de amenazas. El ministro de Exteriores, Abbas Araghji, subrayó que Teherán está dispuesto a negociar de forma indirecta, pero que “defenderá su soberanía ante cualquier agresión”.