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Donald Trump ha comenzado a perfilar su gabinete con nombramientos clave en política exterior. Se espera que el senador Marco Rubio asuma el rol de secretario de Estado, convirtiéndose en el primer latino al frente de la diplomacia estadounidense. Elise Stefanik, quien ha calificado a la ONU de “institución antisemita”, ha sido elegida como embajadora ante Naciones Unidas. Además, Trump ha ofrecido el puesto de consejero de seguridad nacional a Mike Waltz, quien se ha mostrado crítico con la ayuda a Ucrania.
Trump también ha designado a Lee Zeldin, un congresista que votó en contra de la certificación de la victoria de Joe Biden en 2020, para liderar la Agencia de Protección Ambiental. Su objetivo será reducir las regulaciones de la agencia, alineado con las políticas del presidente electo.
Antes de estos anuncios, Trump sorprendió al declarar que no contará con figuras como Nikki Haley, exembajadora ante la ONU, ni con Mike Pompeo, exsecretario de Estado. Con este movimiento, el expresidente ha dejado claro que quienes lo criticaron no tendrán espacio en su administración.
La lealtad como requisito
Los elegidos han demostrado su apoyo a Trump en los momentos más críticos. Algunos respaldaron sus acusaciones de fraude electoral en 2020 y otros lo defendieron en procesos judiciales, como el caso Stormy Daniels. Trump está consolidando su equipo con figuras de lealtad comprobada y comprometidos con sus prioridades de política exterior e inmigración.
Marco Rubio y sus posturas firmes en política exterior
El senador Marco Rubio, descendiente de inmigrantes cubanos y electo en 2010, ha sido un defensor de políticas duras contra regímenes como el de Cuba, Venezuela y Nicaragua, además de adoptar una postura crítica hacia China e Irán. Aunque inicialmente fue uno de los mayores defensores de Ucrania, el año pasado votó en contra de un paquete de ayuda de 61 mil millones de dólares al país, justificando que la medida no abordaba preocupaciones de inmigración en EE. UU.
Stefanik y su falta de experiencia en seguridad nacional
Elise Stefanik, de 40 años, se ha ganado la confianza de Trump y fue una aliada clave en el proceso de impeachment contra el expresidente. En 2021 reemplazó a Liz Cheney en el liderazgo republicano de la Cámara de Representantes, consolidando su posición en el partido. Stefanik ha sido una defensora de Israel, aunque carece de experiencia en política exterior y seguridad nacional. En palabras de Trump, “Elise es una luchadora increíblemente fuerte, dura e inteligente que prioriza a Estados Unidos”.
Mike Waltz y su postura ante China
Mike Waltz, conocido por su posición agresiva contra China, ha sido designado para el equipo de seguridad nacional. Como miembro del Grupo de Trabajo sobre China en el Congreso, ha pedido un boicot a los Juegos Olímpicos de Pekín de 2022 debido a la situación de derechos humanos en el país. Waltz también se ha opuesto a la ayuda ilimitada a Ucrania y ha señalado que Estados Unidos no puede seguir siendo el único financiador de esa guerra.
Stephen Miller regresa al equipo de Trump
Stephen Miller, otro firme defensor de políticas migratorias estrictas, ha sido nombrado jefe adjunto de Gabinete en la Casa Blanca, responsable de supervisar diversas políticas de la administración. En el primer mandato de Trump, Miller fue una figura clave en la política de separación de familias como medida disuasoria en la frontera. El vicepresidente electo, J.D. Vance, celebró su nombramiento como “otra fantástica elección del presidente”.
