Imagen: Nicolás Maduro, presidente de Venezuela I EP
Nicolás Maduro se prepara para asumir su tercer mandato como presidente de Venezuela, un acto marcado por el aislamiento internacional y la sombra de fraude electoral. Sin la presencia de líderes de peso en la escena global, Maduro vestirá la banda presidencial en medio de cuestionamientos que persisten desde las elecciones del 28 de julio, cuya transparencia sigue siendo puesta en duda por la comunidad internacional. Durante seis meses, se le ha exigido presentar las actas que respalden su victoria, algo que no ha ocurrido.
La ceremonia, lejos de ser una fiesta para la revolución bolivariana, se celebra en un clima de tensión. La incertidumbre de una posible invasión ha llevado al Gobierno a militarizar las fronteras terrestres. Mientras tanto, en Caracas, el ruido de motocicletas conducidas por hombres encapuchados mantiene en vilo a la población durante la noche.
Edmundo González y la evidencia del fraude
La atención internacional, sin embargo, recae sobre Edmundo González Urrutia, el candidato opositor que asegura haber ganado las elecciones con una amplia ventaja. Su equipo ha presentado miles de actas verificadas por organismos como el Centro Carter y la OEA, demostrando su victoria en los 23 estados del país.
A pesar de estar exiliado, González ha declarado que regresará a Venezuela este mismo día para asumir la presidencia. En un escenario que parece irrealizable, su determinación, compartida por la líder opositora María Corina Machado, ha sembrado incertidumbre incluso en las filas del chavismo.
Detenciones y represión en las horas previas
En las 72 horas previas a la juramentación, el Gobierno de Maduro ha intensificado la represión, deteniendo a activistas, opositores y periodistas. Entre los arrestados figura el yerno de González, llevado por agentes encubiertos frente a sus hijos. También fueron detenidos el defensor de la libertad de expresión Carlos Correa y el opositor Enrique Márquez, quienes han exigido con firmeza la entrega de las actas electorales.
En paralelo, María Corina Machado reapareció tras meses de persecución, encabezando una multitudinaria concentración en Caracas. Desde el distrito financiero de Chacao, llamó a sus seguidores a detener la investidura de Maduro y respaldar a González. Sin embargo, su discurso fue interrumpido por un breve episodio de detención que desató una ola de especulaciones. Altos funcionarios del chavismo negaron su arresto, mientras el fiscal Tarek William Saab la atacaba públicamente.
Presencia internacional en medio de tensiones
El evento contará con una representación limitada de delegados internacionales. Países como Brasil, México y Colombia enviarán a sus embajadores, aunque no reconocen oficialmente la victoria de Maduro. Representantes de China, Rusia y Bolivia también estarán presentes, mientras que un espectáculo de drones sobre Caracas proyectará el rostro del mandatario en el cielo como parte de los actos oficiales.