Países Bajos ha anunciado este martes que las adopciones internacionales de menores quedan totalmente prohibidas. Así lo comunicaba el ministro de Protección Jurídica, Franc Weerwind, quien avanzó que el Gobierno neerlandés solamente permitirá concluir aquellos procesos adoptivos ya iniciados hasta la fecha, pero no aceptará nuevas solicitudes de adopción internacional.
Los neerlandeses han adoptado alrededor de 40.000 niños, procedentes de 80 naciones del mundo distintas, en el último medio siglo. Una práctica que ha disminuido en los últimos años, sobre todo con la pandemia de la COVID-19: en 2019 se adoptaron a 145 niños extranjeros y en 2020, tan sólo a 70, según cifras del Dutch Youth Institute.
La cifra se congeló por completo entre febrero de 2021 y noviembre de 2022, periodo en que el Ejecutivo de Países Bajos paralizó las adopciones internacionales durante casi dos años.
Asimismo, esta prohibición también responde a los problemas prácticos y burocráticos que surgieron durante estos años. Con el cierre de fronteras y las restricciones de viaje, muchos procesos de adopción se vieron interrumpidos o retrasados indefinidamente. Por lo tanto, esta interrupción temporal puso de manifiesto la necesidad de una revisión profunda de las políticas adoptivas del país.
Bebés robados y trata de niños
Esta decisión llega en un contexto de frecuentes irregularidades en esta materia. Muchos adultos, adoptados en su infancia, comenzaron a investigar sus orígenes y descubrieron falsificaciones en sus partidas de nacimiento o la desaparición de documentos. Este problema, revelado por The New York Times, expuso la deplorable gestión del Gobierno neerlandés entre 1967 y 1998.
De igual manera, el Consejo de Administración de Justicia y Protección de Menores (RSJ) ha querido subrayar que aquellas adopciones de niños extranjeros por parte de padres occidentales, en este caso neerlandeses, a menudo respondían a intereses económicos, generando un caldo de cultivo prácticamente irrespirable que ha finalizado con la prohibición total por parte del Ejecutivo.
Ante esta situación el Gobierno neerlandés ha decidido tomar medidas drásticas para proteger a los menores y asegurar que sus derechos sean respetados. En concreto, esta solución busca rectificar errores del pasado y sentar las bases para un futuro en el que los derechos de los niños sean la prioridad absoluta. De igual manera, desde el Ejecutivo neerlandés señalan que la prohibición no es una medida contra la adopción en sí misma, sino una acción necesaria para reformar el sistema y hacerlo más transparente y justo.