Una gran multitud, vestida con el rojo de la bandera turca, se reunió el sábado 29 de marzo en Estambul. Decenas de miles de personas, según informaron nuestros colegas de RFI, respondieron al llamado del CHP, el partido de oposición del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoğlu, quien fue detenido y encarcelado el fin de semana anterior. Özgur Özel, líder del CHP y organizador de la protesta, mencionó que la multitud ascendía a 2,2 millones, aunque la Agence France Presse no pudo verificar esta cifra. Ante el creciente descontento, las autoridades turcas intentan sofocar las voces disidentes.
El viernes, Ekrem Imamoğlu, principal rival de Recep Tayyip Erdogan, anunció la detención de su abogado principal, quien fue liberado más tarde ese mismo día bajo supervisión judicial. “Esta vez es mi abogado Mehmet Pehlivan quien ha sido arrestado por cargos falsos”, declaró el alcalde de Estambul, figura de la oposición que fue destituida de su puesto el domingo y encarcelada por “corrupción”.
El sindicato de periodistas TGS reportó la detención, en la madrugada, de dos periodistas de izquierda críticos con el gobierno, en medio de una protesta similar a la del movimiento Gezi de 2013, que comenzó en la plaza Taksim de Estambul. “Dejemos que los periodistas hagan su trabajo. Alto a estas detenciones ilegales”, comentó el sindicato. Un periodista sueco, Joakim Medin, arrestado el jueves a su llegada a Turquía, donde iba a cubrir las protestas, fue detenido, confirmó el editor de su periódico Dagens UTC, Andreas Gustavsson.
También se expulsó a un periodista de la BBC, Mark Lowen, quien había llegado a cubrir las manifestaciones en el país el jueves. El jueves, ocho periodistas, incluido un fotógrafo de la AFP, fueron liberados tras haber sido detenidos el lunes. Fueron acusados de participar en una manifestación prohibida que estaban cubriendo como periodistas. Reporteros sin Fronteras expresó su “alivio” por la liberación de los periodistas y exigió la liberación de los otros dos aún detenidos en Esmirna. Además, el gobierno turco informó sobre casi 2,000 detenciones desde el 19 de marzo durante manifestaciones prohibidas por las autoridades.
De estos detenidos, 260 estaban encarcelados el jueves, según el Ministerio del Interior. Muchos manifestantes, en su mayoría jóvenes, fueron arrestados en sus hogares o durante las protestas y enviados a prisión, de acuerdo con los abogados. Este fue el caso de un estudiante de economía de 23 años que la AFP entrevistó en su campus en Estambul, según un amigo suyo, quien reportó “muchos arrestos” entre los estudiantes. “Estas detenciones son arbitrarias”, dijo a la AFP Musa Akyol, padre de un estudiante de 21 años arrestado el domingo en Estambul y encarcelado desde el miércoles. Akyol expresó su preocupación por “todos esos jóvenes que solo sueñan con una Turquía mejor”. Según el Colegio de Abogados de Estambul, entre el 22 y 25 de marzo se arrestó a veinte menores, de los cuales siete permanecían detenidos el viernes.
El ministro de Justicia, Yilmaz Tunç, justificó la ola de arrestos por “la violencia” que, según él, mostraron los detenidos. En la investigación de corrupción que ha llevado al alcalde y a decenas de personas más a ser encarceladas, el presidente Recep Tayyip Erdogan declaró que “otros grandes rábanos saldrán de la bolsa”, sugiriendo nuevas investigaciones y arrestos. Las autoridades están persiguiendo a todas las voces críticas: el Alto Consejo de Radiodifusión de Turquía impuso el jueves una interrupción de diez días a los programas de Sözcü TV, un canal cercano a la oposición, por “incitación al odio y la hostilidad”, anunciando también sanciones a otros tres medios.