Imagen: Lavapiés-Tania Sieira (ABC)
Un marroquí de 27 años ha agredido a botellazos esta madrugada a un compatriota de 20 años, que ha resultado herido leve, en el barrio madrileño de Lavapiés, según ha informado un portavoz de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 04:15 horas de este miércoles, cerca de la plaza de Nelson Mandela. Según relató el herido, el otro hombre se le acercó y, de manera imprevista y sin mediar palabra, comenzó a agredirle a botellazos, y luego se dio a la fuga. Los amigos de la víctima lo persiguieron hasta la calle Valencia, en las proximidades de la plaza de Lavapiés.
Tras un aviso de una vecina al 091, una patrulla de la Policía Nacional acudió hasta el lugar, donde encontró al herido sangrando y al supuesto agresor con una botella de cristal en la mano y retenido por varios viandantes. A pesar de la violenta resistencia que opuso, el agresor fue detenido y llevado a comisaría.
Los sanitarios del Samur-Protección Civil llegaron al lugar en una ambulancia básica para atender las heridas en la cara y la espalda del joven de 20 años. En concreto, el paciente presentaba un traumatismo facial junto con otras contusiones. Una portavoz de Emergencias Madrid ha comunicado que se le trasladó al Hospital Clínico San Carlos en estado leve.
Lavapiés, el «éxito» de la multiculturalidad
Las continuas reyertas por la zona de Lavapiés han convertido esta zona de Madrid en intransitable. Cada vez son más los vecinos que dicen haber sido víctimas de robos o amenazas por personas de origen inmigrante, y todo por la «impunidad» con la que llevan a cabo este tipo de delitos.
“Todo está invadido por ellos y la Policía lo sabe, pero cuando vienen les pegan y les amenazan hasta que se van. No tienen vergüenza ni nada», señalaba el pasado 24 de septiembre Pilar, una vecina del barrio, al programa “En boca de todos”, incidiendo en que conoce la forma de actuar de esta gente y está limitando sus paseos diarios cada vez más por miedo a ser la próxima víctima.
Pilar relató un intento de robo que sufrió ella hacía escasas semanas. «Una vez fui a abrir el portal y me dijeron que les diese todo lo que tenía. Yo llevaba dinero, pero les dije que no tenía nada, así que me pusieron una navaja pequeña en el cuello», apunta destacando que consiguió disuadirles porque acababa de dejarle un amigo en el portal y volvió a ver que todo estaba correctamente. «No me quitaron el monedero porque no les dio la gana, pero yo estaba indefensa».