España está a punto de alcanzar un hito sin precedentes en el ámbito de la industria farmacéutica. En un importante impulso para la investigación y desarrollo en el campo de la salud global, el país albergará el primer laboratorio de máxima bioseguridad (BSL-4), una instalación crucial que marcará un antes y un después en la lucha contra enfermedades infecciosas a nivel mundial.
Ubicación del laboratorio
Esta iniciativa, liderada por la destacada compañía biofarmacéutica GSK, se materializará en Madrid a finales de 2024, en las instalaciones del centro de I+D de Salud Global de Tres Cantos. El laboratorio BSL-4 representa un entorno diseñado específicamente para trabajar de manera segura con agentes biológicos de alto riesgo para la salud humana, animal y el medio ambiente.
Según explica Javier Gamo, director del área de Malaria del Centro de I+D de Salud Global de GSK, este nuevo centro permitirá investigar la eficacia de tratamientos contra microorganismos resistentes, como la tuberculosis multirresistente, así como prepararse para enfrentar futuras epidemias o pandemias desconocidas en la actualidad.
Un proyecto pionero
Dentro de las características distintivas del laboratorio BSL-4 se incluyen requisitos de contención avanzados, como el cambio de ropa y la descontaminación obligatoria antes y después de entrar en las instalaciones, y el uso de aisladores para manipular muestras biológicas.
Este proyecto pionero convertirá al centro de I+D de GSK en Madrid en un referente mundial en el ámbito de los antiinfecciosos, lo que promoverá numerosas oportunidades de colaboración a nivel internacional. Según Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria, la inversión en I+D en el sector farmacéutico español ha alcanzado cifras récord en los últimos años, consolidando a España como un líder en investigación clínica a escala global: “este nuevo laboratorio situará la investigación hecha en España a la vanguardia a nivel internacional”.
Un beneficio para la salud a nivel mundial
Con la creación de este laboratorio, se espera impactar positivamente en la salud de más de 2.500 millones de personas para finales de 2030, incluyendo a aquellas que residen en países con recursos limitados. Este avance no solo posicionará a España en la vanguardia de la investigación científica mundial, sino que también representará un paso significativo en la lucha contra enfermedades infecciosas que afectan desproporcionadamente a las poblaciones más vulnerables.