Madrid enfrenta una crisis en el sector de la vivienda: la oferta no satisface la demanda y los precios han alcanzado niveles alarmantes. Según expertos, se necesitarían al menos 175.000 nuevas viviendas para cubrir la demanda reprimida, además de una inversión de 10.000 millones de euros para desarrollar los terrenos urbanos existentes. Aunque la disponibilidad de suelo no es un problema, con parcelas suficientes para construir hasta 260.000 viviendas, incluyendo 115.000 en la ciudad de Madrid, equivalentes a una población de unas 770.000 personas, similar al tamaño de ciudades como Zaragoza, Sevilla o Valencia.
Subida de los precios
El aumento desmesurado de los precios se atribuye principalmente a la discrepancia entre la oferta y la demanda de viviendas, con aproximadamente 100.000 unidades que no se han adquirido en los últimos tres años debido a la espera de una mejora en la situación. Esta brecha ha sido identificada por el Banco de España como el principal impulsor del aumento de los precios. A esto se suma el aumento de los costos de materiales de construcción y mano de obra, así como la escasez de terrenos, lo que ha llevado el precio medio de la vivienda en la Comunidad de Madrid a 3.247 euros por metro cuadrado en 2024.
Proyecto Trinity
Para abordar esta problemática, los promotores inmobiliarios han presentado el proyecto Trinity, que busca atraer capital a la actividad constructora. Este proyecto se basa en tres pilares fundamentales: la demanda existente en Madrid, la disponibilidad de financiamiento por parte de entidades financieras y la abundancia de terrenos urbanos en la región.
Una construcción lenta
A pesar de los esfuerzos por aumentar la producción de viviendas, el ritmo actual de entre 15.000 y 17.000 unidades al año resulta insuficiente para cubrir la demanda creciente. Según datos del INE, la población de Madrid ha aumentado un 20% entre 2003 y 2023, y se espera que continúe creciendo en los próximos años. Esto significa que se necesitarán más de 40.000 nuevas viviendas al año para satisfacer las necesidades de la población, triplicando la producción actual. Además, se requerirán viviendas asequibles, ya que aproximadamente un millón de jóvenes de entre 24 y 35 años, aunque empleados, aún viven con sus padres.
Los promotores creen que el sector inmobiliario madrileño puede asumir este desafío constructivo, siempre y cuando se simplifiquen las tramitaciones y normativas para agilizar los procesos. Sin embargo, advierten que el impacto en los precios será gradual y que se necesitará tiempo para reducir la tensión en el mercado inmobiliario de Madrid.