Desde sus inicios, Podemos se ha presentado como una alternativa a los partidos tradicionales, PP y PSOE, en términos de políticas sociales y económicas. Sin embargo, su mayor distintivo ha sido el rechazo hacia estos partidos debido a los casos de corrupción y malas prácticas políticas que los han marcado durante décadas. El partido fundado por Pablo Iglesias transmitió el mensaje de que nunca toleraría la corrupción en su seno y que cualquier miembro implicado en un delito sería cesado de inmediato.
Con el paso de los años, desde su fundación en 2014, Podemos no solo ha enfrentado casos de corrupción, sino que entre sus filas se han descubierto delitos como malversación, tráfico de drogas, estafa, abuso de menores e incluso agresiones, entre otros. Aunque algunos de los implicados se vieron obligados a dimitir e incluso abandonar la política, la mayoría de los delitos cometidos son considerados graves según el Código Penal.
A continuación, recordaremos algunos de los casos más destacados de delitos dentro de Podemos que, sorprendentemente, parecen haber sido pasados por alto por sus dirigentes. Uno de los casos más notorios fue el de José Oliver, dirigente de Podemos en Baleares, quien fue condenado y obligado a dimitir por un delito grave de tráfico de drogas. En 2013, Oliver fue sentenciado a 20 meses de prisión y a pagar una multa de 3.000 euros por poseer más de 148 gramos de metanfetamina.
Ramón Galindo, senador de Podemos por Lanzarote, también enfrentó la justicia por un delito relacionado con drogas, siendo detenido en 2008 por posesión de cocaína. En Asturias, el parlamentario regional Enrique López fue acusado de un delito de atentado contra un agente de la autoridad y de falta de lesiones. Sin embargo, debido a su condición de aforado, el caso fue trasladado al Tribunal Superior de Justicia de Asturias, que finalmente lo absolvió.
El delito más común entre los miembros de Podemos es la agresión a las fuerzas de seguridad.
Un caso grave fue el de Pedro de Palacio, parlamentario regional de Podemos en Castilla y León, quien fue condenado en su juventud por abusar de una niña. Tras revelarse esta información, se vio obligado a dimitir.
En cuanto a delitos de terrorismo, uno de los casos más polémicos es el de, Josetxo Arrieta, exsenador por Guipúzcoa y exmiembro de ETA. A los 18 años, Arrieta fue detenido en San Sebastián junto a otros dos miembros de un comando terrorista.
Continuando con los delitos más frecuentes dentro de Podemos, las agresiones a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado son las más comunes. José Bail, exdiputado por Huesca, fue condenado en 2012 por agredir a la Guardia Civil durante una protesta contra el recrecimiento del pantano de Yesa. Por su parte, Andrés Bódalo, edil de Podemos en Jaén, fue condenado a tres años de prisión por agredir a un concejal del PSOE, ingresando en prisión por ser reincidente.
