El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha organizado un dispositivo de escoltas para blindar la seguridad de su esposa, Begoña Gómez, para su llegada a la Asamblea de Madrid.
El motivo de este despliegue es que la esposa de Sánchez tiene que declarar en la comisión de investigación sobre los “programas de cátedras y postgrados de la Universidad Complutense de Madrid y empresas financiadoras”. Para presentarse a esta declaración han escoltado a Begoña Gómez 7 furgones y al menos 50 agentes antidisturbios de Policía Nacional.
Begoña Gómez ha accedido a la Audiencia Nacional a través del garaje en un coche oficial, para así evitar encontrarse con los ciudadanos y la prensa que le estaban esperando. Una vez dentro, la mujer de Sánchez ha confirmado que rechaza declarar en la comisión de investigación sobre la Universidad Complutense de Madrid.
La razón que la esposa del líder del Ejecutivo ha dado para no declarar en dicha comisión es que: “Todo esto tiene un objetivo político evidente: solo tienen que fijarse en la lista de denunciantes y por esta razón, aconsejada por mi letrado, me voy a acoger a mi derecho a no contestar a sus preguntas tras cumplir con mi obligación de comparecer. Más pronto que tarde la verdad pondrá las cosas en su sitio”.
La declaración se dirige a los supuestos “bulos” que, según Sánchez y el PSOE, son las investigaciones de los casos de corrupción, tráfico de influencias y malversación en los negocios.
Sánchez difunde que los casos de corrupción de su mujer son «bulos»
Gómez ha defendido su trayectoria profesional y ha relatado a los presentes cuál ha sido su recorrido en el mundo laboral: “Desde hace 25 años trabajo en consultoría y docencia, he coordinado equipos, dirigido proyectos, asesorado a más de medio centenar de profesionales en el sector privado y el tercer sector”.
Así mismo, ha señalado que: “Hace 12 años que inicié una colaboración con la Complutense, como codirectora de un máster de títulos propios para formar a profesionales especializados en proyectos sociales y de sostenibilidad. Es en el 2020 cuando esta colaboración se amplía con la creación de una cátedra extraordinaria, que es una práctica habitual dentro de las universidades públicas y no remunerada”.
Mercedes Zarzalejo, en representación del PP, ha sido la primera en tomar la palabra a Begoña Gómez: “Queremos saber cómo ejerció como profesora universitaria sin serlo, profesora de una cátedra sin méritos para ello, dirigir masters de los que no podría haber sido alumna, financiar una cátedra con unos fondos muy superiores al resto, parece ser que se apropió de un software”, a lo que Begoña Gómez no ha querido responder.