La mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez Fernández, ha comparecido ante la comisión de investigación que trata de esclarecer si hubo trato de favor o no en su cátedra en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Sin embargo, no ha respondido a ninguna de las preguntas presentadas por los portavoces de los grupos parlamentarios.
El silencio ha sido el protagonista de su estancia en la comisión, aunque sí ha intervenido para descalificar su labor afirmando que «todo esto tiene un objetivo político evidente. Solo tienen que fijarse en la lista de denunciantes. Por esta razón, y aconsejada por mi abogado, me voy a acoger a mi derecho a no contestar a las preguntas. Más pronto que tarde, la verdad pondrá las cosas en su sitio«.
Entrada por detrás y sin hacer ruido
Gómez ha decidido entrar por el garaje, en la sede de la Asamblea de Madrid, a las 10 de la mañana para glosar su trayectoria profesional. Según sus palabras, trabaja en el ámbito de la consultoría y en la docencia desde hace 25 años. Hace 12 años inició una colaboración con la UCM para formar a profesionales especializados en proyectos sociales y de sostenibilidad. Fue en 2020 cuando esta colaboración se amplía con la creación de una cátedra extraordinaria.
Tras su “no” declaración ha permanecido sentada frente a los diputados que integran la Comisión de Investigación sobre programas de cátedras y postgrados de la Complutense y empresas financiadoras que ha iniciado hoy su andadura.
El resto de los portavoces
Por su parte, la portavoz del Grupo Popular, María Mercedes Zarzalejo, ha preguntado a la compareciente sobre la relación con Globalia, Javier Hidalgo, por el software entre otros temas. La respuesta ha sido la misma: el silencio. Finalmente, los portavoces socialistas de, VOX y Más Madrid tuvieron la misma respuesta por parte de la esposa del presidente del Gobierno, ninguna.