Pedro Sánchez ha presentado una fuerte defensa en el Congreso de la necesidad de que España incremente su inversión en defensa, no solo en respuesta al nuevo escenario belicista planteado por Rusia, sino también para fortalecer la industria militar y asegurar su posición en el entramado europeo. A pesar de la firmeza de su postura, esta no ha sido bien recibida por el socio minoritario del Gobierno, que incluso ha exigido el incumplimiento del compromiso asumido con la OTAN de elevar el gasto militar al 2% del Producto Interno Bruto (PIB).
Apoyo a la industria armamentística
La parte socialista del Ejecutivo ha reafirmado su apoyo a la industria armamentística nacional, particularmente desde el inicio del conflicto en Ucrania. La intención del Gobierno de potenciar el papel de las empresas de defensa españolas en la nueva estrategia industrial de defensa de la Unión Europea, aprobada a principios de marzo, ha quedado de manifiesto en reuniones recientes entre Sánchez y los directivos de las principales compañías del país.
Unos beneficios de más de siete millones de euros
Según el último informe sectorial de la Asociación Española de Tecnologías de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio (Tedae), la industria militar en España genera 26,500 empleos directos y contribuye significativamente a la economía nacional. En 2022, esta industria facturó 7,139 millones de euros, con una inversión del 10.3% en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). Además, el Estado recauda alrededor de 1,490 millones de euros en ingresos fiscales debido a la actividad económica de las empresas del sector.
¿Qué se debe priorizar?
Las críticas de la oposición, representada por el portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, han destacado el descontento respecto a la política de defensa del Gobierno. Errejón ha enfatizado la necesidad de priorizar las necesidades sociales del pueblo español sobre la industria militar, cuestionando el objetivo de aumentar el gasto militar al 2% del PIB. Sánchez, por su parte, ha defendido la importancia de esta inversión como un elemento disuasorio frente a las amenazas externas y ha señalado la supuesta contradicción de su socio al demandar más autonomía para la UE mientras rechaza mayores inversiones en defensa.
Déficit en defensa
El presidente ha subrayado el déficit en defensa de la Unión Europea, que asciende a 56,000 millones de euros, argumentando que la inversión en materia militar es crucial para garantizar la paz y la seguridad en la región.