Dos cayucos con 98 migrantes a bordo fueron interceptados este viernes en aguas próximas a El Hierro y Tenerife, según informaron fuentes de Salvamento Marítimo.
La primera de estas embarcaciones fue detectada por el radar del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior a cuatro millas al sur de El Hierro. De inmediato, la Salvamar Adhara acudió al lugar y escoltó al cayuco hasta el puerto de La Restinga. Allí desembarcaron 65 personas, entre ellas un bebé, que fueron atendidas por equipos de Atención Primaria, el Servicio de Urgencias Canario y Cruz Roja. Afortunadamente, no fue necesario trasladar a ninguno de los migrantes al hospital insular. Horas después, en aguas próximas a Tenerife, el buque Pasaje Volcán de Teno avistó otro cayuco con 33 ocupantes, a unas seis millas al noroeste de Los Cristianos. La Salvamar Alpheratz procedió a interceptar la embarcación y escoltarla hasta el puerto de destino, donde los migrantes recibieron asistencia.
Fenómeno en aumento
El flujo migratorio a través de la ruta africana hacia Canarias sigue creciendo de manera alarmante. En los primeros diez meses del año, las llegadas irregulares a las islas han aumentado un 14 %, alcanzando las 34.091, según datos oficiales. El informe de Frontex destaca que entre enero y septiembre se registraron más de 30.600 detecciones en la ruta de África occidental, duplicando las cifras del mismo período del año anterior.
Los migrantes provienen mayoritariamente de países como Mali, Senegal y Marruecos, zonas afectadas por conflictos, crisis económicas y climáticas que empujan a miles de personas a buscar un futuro mejor, a menudo poniendo en riesgo sus vidas en el océano.
El incremento de llegadas ha situado la inmigración como el principal motivo de preocupación para los españoles, según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Este fenómeno no solo despierta inquietud social, sino que también alimenta un intenso debate político. Un estudio revela que el 58,3 % de los ciudadanos opina que el Gobierno debería aplicar medidas más contundentes para controlar las entradas irregulares, mientras que el 69,9 % considera esencial que los inmigrantes se adapten a los valores y costumbres del país.