Núria Parlon, portavoz del Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC), ha afirmado esta mañana su intención de que su partido ocupe la Presidencia del Parlament tras las elecciones autonómicas del pasado domingo. Parlon considera este objetivo como «natural» debido a la amplia victoria del PSC en votos y escaños.
Necesidad de reflejar la pluralidad
En una entrevista en Ser Cataluña, Parlon defendió que la Mesa del Parlament, cuya constitución debe realizarse a más tardar el próximo 10 de junio, represente la «pluralidad» de la cámara catalana. Sin embargo, dejó claro que esto no significa que el PSC renuncie a presidirla. «Consideramos que la Mesa debe reflejar la pluralidad del Parlament, pero, obviamente, también debemos tener en cuenta los resultados. Hemos ganado en votos y escaños, por lo que es natural que aspiremos a presidirla«, enfatizó Parlon.
Una comisión para las negociaciones
La dirigente socialista explicó que el PSC nombró ayer una comisión encargada de las negociaciones para la configuración de la Mesa y la investidura, aunque señaló que, por el momento, «todo está en una fase inicial».
Todos los partidos deben hablar “sin interferencias”
Parlon pidió tiempo para que todos los partidos implicados puedan hablar y, al mismo tiempo, hizo un llamamiento a la «discreción» para negociar «sin interferencias». «Queremos que sea un proceso tranquilo, que cada partido haga su propia reflexión interna y una lectura realista de los resultados«, agregó.
La portavoz debería dejar su cargo
En cuanto a su futuro como alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) en caso de ser nombrada consejera de Interior de la Generalitat, como anunció el candidato del PSC, Salvador Illa, Parlon confirmó que tendría que dejar el cargo. «Será difícil, después de casi 14 años liderando un proyecto de ciudad. Estas decisiones siempre son complicadas«, señaló.
Escaños en Cataluña
En su primera declaración tras el escrutinio, Illa confirmó su intención de presentarse a la investidura, señalando que Cataluña «inicia una nueva etapa para todos los catalanes, independientemente de sus opiniones, idiomas o procedencias», atribuyendo los buenos resultados a Pedro Sánchez.
Junts per Catalunya ha quedado en segunda posición, aumentando su número de escaños en dos, alcanzando los 35. Sin embargo, el bloque independentista no suma una mayoría absoluta para formar gobierno. Carles Puigdemont ha advertido sobre el riesgo de un tripartito de izquierdas, calificándolo como «una mala opción para Cataluña», y ha ofrecido a ERC «reconstruir puentes» para negociar un acuerdo que lo instale como presidente.
El presidente en funciones, Pere Aragonès, visiblemente afectado, anunció que ERC trabajará «desde la oposición» tras el desplome de su partido de 33 a 20 escaños. El Partido Popular ha experimentado un crecimiento significativo, alcanzando los 15 escaños, mientras que Vox se sitúa en 11. La CUP ha bajado a 4 escaños y los Comunes han pasado de 8 a 6. El partido independentista de ultraderecha, Aliança Catalana, entra en el Parlament con dos escaños, mientras que Ciudadanos se queda fuera.
