Yassinne Kanjaa a sus 26 años, originario de Algeciras, llegó a España hace un año y medio en una patera. En poco tiempo de su llegada movido por influencias radicales en línea, Kanjaa se convenció de que el Islam debía ser defendido de manera violenta, o no era verdadero, pasando de fumar porros con amigos a proferir amenazas contra aquellos que consideraba enemigos de su religión.
El 25 de enero de 2023, Kanjaa llevó sus creencias extremistas a la práctica de la manera más brutal posible. Irrumpió en la iglesia de San Isidro, profiriendo consignas religiosas y atacando a los feligreses. Luego, armado con un machete, se dirigió a otro templo donde asesinó al sacristán Diego Valencia, en un acto de violencia sin sentido.
Cuadro psicótico en Kanjaa
Los informes forenses revelan un cuadro psicótico en Kanjaa, probablemente relacionado con la esquizofrenia. Sin embargo, durante sus comparecencias ante el juez, nunca ha mostrado arrepentimiento por sus acciones, afirmando que estaba cumpliendo una «misión divina» para salvar a la gente del «infierno».
AVT, La Fiscalía de la Audiencia Nacional y VOX piden más de 50 años de cárcel
Las solicitudes de condena son contundentes: la Fiscalía de la Audiencia Nacional pide 50 años de prisión, mientras que la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) exige una pena aún más severa de 58 años. Vox, como parte acusadora, aboga por la aplicación de la prisión permanente revisable por el asesinato, más veinte años por el intento de asesinato al párroco y otros diez por las lesiones ocasionadas al viandante, todos delitos calificados como terroristas, subrayando la gravedad de los crímenes cometidos por Kanjaa.