La reciente participación de Felipe González en el programa de televisión El Hormiguero a creado polémica del Partido Socialista Obrero Español, exponiendo grietas tanto en la dirigencia como en la base del partido. González, figura emblemática del PSOE y ex presidente del Gobierno, aprovechó su tiempo en el programa para dirigir críticas directas hacia Pedro Sánchez y José Luis Rodríguez Zapatero, lo que ha generado una serie de reacciones y reflexiones en torno a la identidad y dirección del partido.
González escogió deliberadamente el día en que tanto Sánchez como Zapatero participaban en el arranque oficial de la campaña de las elecciones europeas, en el acto en Valencia junto a Teresa Ribera. Esta coincidencia temporal ha sido interpretada por muchos como un gesto calculado para socavar la imagen y el mensaje de unidad que el partido intentaba proyectar en ese momento.
Durante su participación en El Hormiguero, González defendió con vehemencia los principios constitucionales, argumentando en contra de la amnistía propuesta y destacando la importancia de la igualdad ante la ley. Mientras tanto, Sánchez y Zapatero destacaban los avances en la pacificación de Cataluña, lo que marcó un contraste evidente en la narrativa y enfoque de ambos sectores del partido.
Reacción del PSOE
La reacción oficial del PSOE ha sido la de minimizar y desestimar las palabras de González, adoptando una postura de distanciamiento y desapego hacia su figura y sus críticas. Esta estrategia se ha reflejado en las declaraciones de varios miembros prominentes del partido, como el ministro Félix Bolaños y la ministra Isabel Rodríguez, quienes optaron por no comentar sobre el tema. Sin embargo, esta estrategia de silencio ha alimentado aún más la controversia y el debate entre la militancia, que ha expresado su descontento y frustración a través de las redes sociales y grupos de mensajería.
La división interna y la desconfianza generada por esta polémica también se han manifestado en las relaciones interpersonales dentro del partido. Figuras destacadas como Nicolás Redondo Terreros han expresado su descontento, utilizando términos como «Nicolasin» para referirse a González. Además, el apoyo público de González al expresidente de Aragón, Javier Lambán, en un evento donde criticó la sanción impuesta por el partido a Lambán por una ausencia en una votación del Senado, ha añadido más leña al fuego.