Imagen: EFE
El devastador paso de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que azotó la Comunidad Valenciana el pasado martes dejó en Paiporta el mayor número de víctimas, convirtiendo este municipio en el centro del desastre. De los 95 fallecidos hasta el momento, 40 corresponden a esta localidad valenciana, donde un manto de silencio y luto cubre el área más afectada por esta catastrófica gota fría.
La devastación de Paiporta
Apenas a cinco kilómetros al suroeste de Valencia, Paiporta, una localidad de casi 30.000 habitantes, ha quedado irreconocible. El agua ha cedido en algunas zonas, dejando tras de sí barro, coches amontonados, casas dañadas y un amasijo de escombros. “Tsunami” y “apocalipsis” son términos con los que los supervivientes intentan describir la magnitud de lo ocurrido. En la tarde del martes, el agua atravesó la ciudad sin previo aviso, arrastrando consigo vehículos y dejando muchas calles incomunicadas.
La súbita riada sorprendió a muchos residentes de Paiporta, quienes, sin alertas previas, debieron refugiarse en pisos superiores o incluso en los tejados de sus edificios. Una de las primeras imágenes impactantes fue el colapso de un puente al incrementarse el caudal de un barranco normalmente seco. Las primeras muertes se registraron en el cuartel de la Guardia Civil, donde dos agentes y una mujer murieron al intentar escapar en sus vehículos, sin éxito, de un garaje que se convirtió en una trampa mortal en cuestión de minutos.
Desesperación en una residencia de ancianos y muertes en el comedor
En las afueras de Paiporta, en una residencia de ancianos, la tragedia volvió a golpear: seis residentes fallecieron cuando la riada inundó el comedor donde un centenar de personas se encontraban reunidas. Un video viral mostró a ancianos aterrados mientras el agua se infiltraba en el edificio, y aunque la mayoría fue evacuada, las condiciones imposibilitaron el rescate de todos los presentes.
Algunos habitantes lograron aferrarse a vallas y estructuras urbanas para resistir la corriente. Entre ellos, un fotoperiodista del diario Levante-EMV pasó cinco horas encaramado en un columpio junto a otros tres vecinos. “El agua empezó a subir rápido y en minutos nos llegaba a los tobillos. No hubo tiempo de reaccionar; nos refugiamos en el parque y, con el torrente creciendo, tuvimos que subirnos a la estructura del parque”, relató.
Sin luz ni comunicaciones
La desesperación continuó al caer la noche, cuando Paiporta quedó completamente aislada y sin servicios básicos de agua y electricidad. Las comunicaciones estaban interrumpidas, y muchos intentaban localizar a sus familiares sin éxito. Las horas de la DANA coincidieron con momentos de actividad laboral y personal, lo que en un primer momento elevó la cifra de desaparecidos.