El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Barbate ha ordenado este martes la puesta en libertad de los seis investigados por delitos de contrabando, pertenencia a organización criminal, resistencia y desobediencia, tras no oponerse la Fiscalía a esta medida. Los investigados estaban en prisión desde febrero, tras un incidente en el puerto de Barbate que resultó en la muerte de dos agentes de la Guardia Civil arrollados por una narcolancha.
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, TSJA, ha informado que los seis individuos deberán cumplir con ciertas medidas cautelares. Estas incluyen la obligación de comparecer todos los lunes en la sede judicial, la retirada de sus pasaportes, la prohibición de salir del territorio nacional y la prohibición de expedir nuevos pasaportes. Las notificaciones correspondientes ya han sido comunicadas a las partes involucradas.
El pasado mayo, un informe llevado a cabo por la Guardia Civil descartó que la narcolancha patrullada por ‘Kiko el Cabra’ fuera la responsable de embestir y matar a los dos agentes en el puerto de Barbate. La UCO, en su informe remitido al juzgado de Barbate, concluyó que los seis detenidos, incluyendo a ‘Kiko el Cabra’, no eran autores del doble asesinato.
JUCIL en contra de la puesta en libertad de los investigados
A pesar de esta conclusión, la fiscal antidroga de Cádiz, Ana Villagómez, destacó que los investigados seguían imputados por «delitos graves de contrabando y pertenencia a organización criminal», delitos que pueden conllevar penas de hasta siete años de prisión. Por ello, inicialmente se mostró contraria a la variación de las medidas cautelares de prisión.
La pasada semana, los encarcelados fueron llamados a declarar como testigos en la causa. Este martes, la Fiscalía presentó un informe al juez del caso, indicando que, en el estado actual de la investigación, no se oponía a la liberación provisional de los encarcelados. Por otro lado, la asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (Jucil) expresó su preocupación ante la salida de prisión de los investigados, señalando que esto generaría un mayor desasosiego entre los guardias civiles y en la población en general, que vería como los detenidos, que formaban parte de otras narcolanchas en el puerto de Barbate, eran liberados.