Valencia vivió momentos de gran tensión el pasado fin de semana tras una multitudinaria manifestación en contra de la gestión del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, respecto a las recientes inundaciones causadas por la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos). Aunque la protesta reunió a miles de personas —130,000 según la Delegación del Gobierno— y comenzó de forma pacífica, los disturbios estallaron hacia el final del evento.
Los enfrentamientos se concentraron en la Plaza del Ayuntamiento, donde grupos de manifestantes lanzaron bengalas y barro hacia la fachada del consistorio, forzando la intervención de los agentes antidisturbios. Durante los altercados, también se registró el lanzamiento de objetos, como sillas y otros elementos urbanos, que dejaron un saldo de 31 policías heridos. La respuesta policial incluyó varias cargas para dispersar a los grupos más violentos.
Además, en el transcurso de los incidentes, la policía detuvo a cuatro personas y llevó a cabo identificaciones a más de una decena de participantes. Los detenidos fueron acusados inicialmente de delitos de atentado contra la autoridad y desórdenes públicos, aunque posteriormente quedaron en libertad provisional bajo la condición de notificar cualquier cambio de domicilio al juzgado.
Los disturbios reflejan la profunda frustración de algunos sectores de la población que acusan al gobierno regional de una gestión inadecuada frente a los desastres naturales. Durante la manifestación, se escucharon consignas como «asesinos» y «Mazón, a prisión», exigiendo responsabilidades políticas por las vidas perdidas y los daños materiales sufridos en la región.
Este episodio ha reavivado el debate sobre el uso de la fuerza por parte de las autoridades y la gestión política ante crisis ambientales, en un contexto de creciente descontento social. Por ahora, se espera que el gobierno regional ofrezca respuestas más detalladas sobre las críticas a su actuación, mientras la ciudad lidia con las secuelas de los disturbios y el deterioro de la confianza pública.