Emiliano García- Page, el presidente de Castilla-La Mancha, fue de los primeros en mostrar su enfado ante la cancelación del Premio Nacional de Tauromaquia por parte del Ministerio de Cultura. Este martes, ha pedido desde Azuqueca de Henares la retirada de las competencias taurinas al ministerio que dirige Ernest Urtasun,
«No aceptamos esa gauche divine que viene dando carnés de modernidad y quitándoselos a otros. No somos gente de boina. La España de hoy dicen. La España de hoy les ha dejado en el 5% de los votos. Es de una soberbia inmensa que algunos se quieran apropiar del concepto de modernidad», así ha empezado a abordar el asunto Page.
Después de la noticia de la cancelación del premio, el presidente manchego propuso la creación de unos galardones que suplieran de algún modo el Nacional de Tauromaquia. Hoy ha ofrecido más detalles sobre esta alternativa para crear unos premios propios de su comunidad autónoma.
«Hemos tenido ya contacto con las principales organizaciones del país, y ya hemos quedado en una reunión donde vamos a plantear definir exactamente el modelo. No tiene que ser exactamente una sustitución literal del premio que había, pero vamos a aprovechar el debate para hacer lo más conveniente para el sector», ha indicado.
Ha pedido, además, que la gestión de la tauromaquia la lleve directamente Moncloa y no Cultura: «Respeto la opinión del ministro y creo que va creciendo en España una sensibilidad de protección con los animales. Perfecto. Pero aquí quien muerde a las ovejas es el lobo, y no se me ocurriría en términos políticos poner a un lobo a cuidar las ovejas».
Reivindica la tauromaquia como “patrimonio cultural”
Page ha recordado que España decidió «por ley» que la tradición taurina «es patrimonio cultural», y el ministro, como máximo representante de la Cultura, tiene el encargo de «cuidar» y no de «maltratar». Del mismo modo que no se entiende que haya «un ministro de Vivienda que quiera acabar con la vivienda», no es «razonable» que haya un ministro de Industria que «quiera acabar con la Industria»; mientras que hay «un ministro encargado de cuidar al sector taurino que lo que quiere es maltratarlo»
«Parece de sentido común que alguien se abstenga de tomar decisiones sobre algo por lo que siente un manifiesto odio. Ya tenemos edad para tener políticos ilustrados. Me vale con que lean un poquito «, ha concluido.