Los líderes socialistas de Castilla-La Mancha y Aragón, Emiliano García-Page y Javier Lambán, respectivamente, han manifestado su firme oposición al preacuerdo sobre financiación entre ERC y PSC. Este pacto, anunciado el lunes, permitiría a Cataluña salir del régimen común y gestionar el 100% de sus impuestos, suscitando críticas y preocupación entre diversos dirigentes socialistas.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, fue el primero en expresar su rechazo a través de un mensaje en la red social ‘X’. En su publicación, García-Page mostró su «perplejidad» ante lo que considera un «grave atentado a la igualdad» y criticó el «silencio atronador» del PSOE respecto a los detalles del preacuerdo. «O es un asentimiento intolerable, o un sentimiento de estupefacción como la que tenemos la inmensa mayoría de los españoles», añadió.
Por otro lado, el líder de los socialistas aragoneses y expresidente de Aragón, Javier Lambán, calificó el preacuerdo de «inadmisible». Lambán advirtió que este pacto podría suponer «una quiebra brutal de la igualdad entre todos los españoles» y acusó al PSOE de potencialmente «entregar España a cambio de la investidura de Salvador Illa». Según Lambán, el independentismo podría estar consiguiendo todos sus objetivos con este acuerdo.
Page de nuevo en desacuerdo con el PSOE
A pesar de las críticas de García-Page y Lambán, otras federaciones autonómicas del PSOE han adoptado una postura más cautelosa. Desde el Gobierno socialista de Asturias, la vicepresidenta y presidenta en funciones, Gimena Llamedo, no quiso hacer comentarios hasta conocer los términos exactos del pacto para realizar una valoración más precisa.
Por su parte, el secretario general del PSOE de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, expresó que el preacuerdo no debe quebrar el principio de solidaridad, ya que esto supondría «fallar al conjunto de los españoles». Gallardo advirtió que, de ser así, se posicionaría «radicalmente en contra».
El anuncio del preacuerdo por parte de ERC, que facilitaría la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat, ha generado un intenso debate dentro del PSOE. Mientras algunos líderes regionales critican duramente el pacto, otros optan por la prudencia a la espera de conocer más detalles y la postura oficial del partido. La controversia destaca las tensiones internas en el PSOE respecto a la financiación autonómica y la gestión de impuestos en Cataluña.