Imagen: el presidente de ERC, Oriol Junqueras I EFE
La batalla por el control de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), protagonizada en los últimos meses por las dos principales facciones del partido, sigue dejando huella. El sector afín a Marta Rovira, ex secretaria general, teme que la nueva dirección encabezada por Oriol Junqueras lleve a cabo relevos en cargos institucionales clave, tanto en el Parlament como en el Congreso. Estas preocupaciones surgen después de que algunas figuras destacadas respaldaran al candidato derrotado, Xavier Godàs, y pidieran abiertamente a Junqueras que se apartara de la reelección tras considerar agotada su etapa como presidente.
Entre los nombres que más preocupan al sector rovirista se encuentran Teresa Jordà, portavoz adjunta en el Congreso, y Josep Jové y Marta Vilalta, presidente y portavoz del partido en el Parlament, respectivamente. Jové, en particular, fue una figura cercana a Junqueras durante los momentos más decisivos del procés, llegando a ser considerado uno de los artífices del referéndum del 1-O. Vilalta, por su parte, ha sido una pieza fundamental en la comunicación del partido en los últimos años.
Posibles relevos y reacciones internas
Los rumores apuntan a que los exconsejeros Joan Ignasi Elena y Ester Capella, ambos cercanos a Junqueras, podrían reemplazar a Jové, Vilalta o incluso a ambos. En el Congreso, sin embargo, el panorama parece distinto. Gabriel Rufián, quien apoyó abiertamente al líder reelegido, podría recuperar protagonismo, mientras que el futuro de Jordà, que respaldó activamente a Godàs, aún está en el aire.
Desde el sector derrotado, advierten que cualquier intento de relevar a estos cargos sería interpretado como «una agresión» y un acto de «rencor hacia la disidencia». Fuentes internas defienden la labor de estas figuras, subrayando que su desempeño institucional ha sido impecable y acorde con las directrices del partido.
Junqueras busca un equilibrio entre continuidad y renovación
En declaraciones públicas, Oriol Junqueras ha optado por mantener un tono conciliador, asegurando que buscará “la mejor combinación entre continuidad y renovación”. Sin embargo, el margen estrecho con el que se impuso en las primarias, obteniendo el 52% de los votos frente al 42% de Godàs, refleja un partido profundamente dividido, donde el proceso de reconciliación será lento y complicado.
Un partido en proceso de reestructuración
Fuentes de la nueva dirección de ERC indican que el partido está evaluando cómo adaptar su estructura institucional a las demandas de la militancia. Sin embargo, subrayan que aún no se ha tomado una decisión definitiva sobre posibles relevos de los partidarios de Godàs.
La tensión continúa latente, especialmente después de las duras palabras de Junqueras durante un acto en Olesa de Montserrat, donde criticó con firmeza a los seguidores de Rovira y Godàs. A pesar de ello, la ejecutiva del partido y el grupo parlamentario no han abordado en profundidad este conflicto en sus reuniones recientes.