En un contexto donde España mantiene la mayor tasa de desempleo en Europa y la OCDE, FEDEA ha presentado el noveno Observatorio trimestral del mercado laboral. Coordinado por Florentino Felgueroso (FEDEA) y Rafael Doménech (BBVA Research), el informe también contó con la participación de Juan Ramón García (BBVA Research), Marcel Jansen (UAM y FEDEA) y Analía Viola (FEDEA).
Uno de los puntos destacados del estudio es el aumento en la tasa de vacantes, que ha llegado a una media de 0,64 puestos sin ocupar por cada 1.000 personas activas, un nivel no visto desde finales de 2010. Además, se alerta sobre la divergencia entre las cifras de paro y empleo de la Encuesta de Población Activa (EPA) y los registros administrativos tras la adaptación de la EPA al censo de población de 2021. Se estima que hay 800.000 trabajadores que figuran como parados en las estadísticas del SEPE o de la EPA, pero no en ambas simultáneamente.
El informe también subraya el problema del déficit crónico de productividad laboral en España en comparación con la Unión Económica y Monetaria (UEM), una situación que ha empeorado en la última década. «El reducido nivel de productividad laboral en España es aún más significativo considerando que la tasa de desempleo en el país duplica la de la UEM y que el crecimiento de la productividad en la eurozona ha sido menor que el de EE.UU. en las dos últimas décadas», indica el estudio.
Asimismo, el número de ocupados que no trabajó ni una sola hora durante la semana de referencia aumentó un 7% en tasa trimestral, sumando 2,8 millones de personas, lo que representa el 13% del total de ocupados. Paralelamente, las horas trabajadas por ocupado disminuyeron un 0,3%.
Este análisis revela la complejidad del mercado laboral español, caracterizado por altas tasas de desempleo y baja productividad laboral en comparación con otros países de la eurozona y Estados Unidos.