Javier Milei se ha convertido en una de las personas más influyentes y conocidas del mundo. La mayoría supo de su existencia cuando se hizo con la presidencia de la República de Argentina el pasado noviembre, pero para unos pocos Milei ya era una figura muy conocida. Algunos llevamos escuchándolo desde hace más de 5 años en los platós de la televisión argentina, donde veíamos como una persona sin pelos en la lengua capaz de plantar cara al zurderío peronista. Cuando llegó a la presidencia, para nosotros comenzó un sueño del que por ahora seguimos sin despertarnos.
El pasado viernes, el Instituto Juan de Mariana le entregó a Javier Milei el premio a una defensa ejemplar de las ideas de la libertad. El discurso del presidente duró más de una hora y, lo que al principio parecía un discurso de recepción de un premio, se acabó convirtiendo en una auténtica clase magistral de economía. Jamás hubiéramos podido imaginar que el presidente de un país estuviera mencionando a Rothbard, Mises y Hayek.
Y como muy bien dijo el profesor Ricardo Rojas en su encomio, el premio a Milei no se le entregó por haber llegado a la presidencia, sino por todo lo que consiguió previamente como ciudadano. Milei ha conseguido introducir el concepto “anarcocapitalismo” en el centro del debate político, ha conseguido aplicar políticas basadas en las ideas de la Escuela Austríaca de economía. Como dijo mi maestro, Jesús Huerta de Soto, “yo tengo un sueño”, pero ese sueño lo compartimos todos, todos aquellos que creemos en la vida, la propiedad y la libertad.
El fenómeno Milei sólo acaba de comenzar, y pese a que pueda darnos vértigo, en esta ocasión la esperanza debe vencer al miedo. Milei no sólo consiguió ser la oposición al peronismo en Argentina, que durante 80 años destruyó el país, sino que también ha conseguido ser la oposición a Sánchez en España. El presidente ha conseguido plantar cara al sanchismo de una manera mucho más efectiva y férrea que el PP en casi una década.
No digo que necesitemos un Milei en España, cada país tiene su idiosincrasia y su historia, tampoco me gustaría que mis compatriotas tuvieran que llegar a la penuria de los argentinos para que llegará tan ansiado político, sólo digo que cojamos su ejemplo y empecemos a defender la libertad, sin complejos. El estatismo se cierne sobre nosotros, a izquierda y a derecha, pero Milei puede ser la antorcha que nos ilumine en la oscuridad, siempre observado con escepticismo, porque hay que hacerlo con todos los políticos, pero con infinita ilusión y esperanza.
La batalla de la libertad está aquí y, como dice Milei, las fuerzas del cielo están con nosotros. ¡Viva la libertad, carajo!
