Las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024 enfrentan a la vicepresidenta Kamala Harris y al expresidente Donald Trump, quienes representan visiones opuestas para el futuro del país. Los temas centrales incluyen inmigración, sanidad, economía, política exterior y derechos reproductivos, aspectos en los que ambos candidatos presentan enfoques drásticamente diferentes.
Economía y empleo
Kamala Harris: Harris se compromete a reforzar el sistema de apoyo social, con más inversión en programas de ayuda económica y proyectos de infraestructura para la clase media. También es probable que aumente los impuestos a las grandes fortunas, una medida que busca redistribuir la riqueza, aunque ha generado preocupación en algunos sectores empresariales. Harris aboga por políticas de igualdad salarial, que incluyen normativas específicas para reducir la brecha salarial de género.
Donald Trump: En su regreso a la contienda, Trump promete centrarse en el fortalecimiento de la economía y en la creación de empleo mediante incentivos fiscales para empresas, buscando reducir impuestos a corporaciones y a los ciudadanos de clase media. Su propuesta es revivir el «Made in America» y reducir la dependencia de productos extranjeros. Esto, asegura, impulsaría el crecimiento económico a través de la inversión privada y generaría empleo en áreas estratégicas, como la manufactura y la energía.
Inmigración
Kamala Harris: En línea con la administración de Biden, Harris propone una política migratoria de carácter inclusivo, conlos objetivos de facilitar la legalización de inmigrantes y ofrecer vías de ciudadanía para los «dreamers». También ha destacado la importancia de mejorar las condiciones de acogida y protección para los solicitantes de asilo, lo cual podría implicar un cambio en el manejo de la frontera y los centros de detención.
Donald Trump: Por el contrario, Trump aboga por una postura migratoria más restrictiva, que prioriza la seguridad fronteriza y el control estricto de la inmigración irregular. Su plan incluye reforzar el muro en la frontera con México y agilizar las deportaciones de inmigrantes en situación irregular. Trump argumenta que esto reduce la competencia laboral para los ciudadanos estadounidenses, defendiendo que una menor presión migratoria beneficiará a los trabajadores locales en sectores vulnerables, como la construcción y la agricultura.
Política exterior
Kamala Harris: Harris apuesta por una diplomacia multilateral, buscando el fortalecimiento de alianzas con Europa y Asia, así como una mayor colaboración en temas de cambio climático. En cuanto a las relaciones con China, Harris mantiene una postura cautelosa, aunque sin la confrontación directa de la era Trump. Su administración podría reforzar los acuerdos con la OTAN y seguir apoyando a Ucrania, aunque algunos críticos señalan que su enfoque podría resultar en mayores tensiones con Rusia y otras potencias.
Donald Trump: Trump retoma su lema de «América Primero», que se traduce en una política exterior enfocada en los intereses nacionales. Su enfoque prevé menos intervenciones en conflictos internacionales y busca renegociar acuerdos comerciales que favorezcan a EE. UU. En cuanto a China, Trump ha manifestado su intención de confrontar las prácticas comerciales desleales y limitar la influencia del gigante asiático, una postura que podría redefinir las alianzas comerciales. Además, su política podría reducir la asistencia financiera y militar a Ucrania, priorizando el uso de esos recursos en suelo estadounidense.
Sanidad y derechos reproductivos
Kamala Harris: Harris ha dejado claro su compromiso con la protección de los derechos reproductivos, defendiendo el acceso al aborto y a la atención médica asequible para todos los ciudadanos. Su propuesta incluye una expansión de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA), la cual busca garantizar el acceso a una cobertura de salud accesible, sin exclusiones por preexistencias. Sin embargo, esta ampliación podría implicar un aumento del gasto público y un posible incremento de los impuestos.
Donald Trump: Trump ha reiterado su apoyo a las leyes que limitan el aborto en EE. UU., promoviendo una legislación restrictiva en los Estados que así lo deseen, mayoritariamente los de carácter conservador. En cuanto a la sanidad, ha prometido derogar la ACA y reemplazarla con una alternativa que permita una mayor participación del sector privado. Trump sostiene que esta medida reduciría el costo de los seguros y aumentaría las opciones para los ciudadanos, aunque algunos detractores temen que esto limite el acceso a la atención médica para personas de bajos ingresos.
Medio ambiente y energía
Kamala Harris: Comprometida con el combate al cambio climático, Harris propone un paquete de medidas ecológicas con altos estándares de energía renovable. Esto incluye restricciones en el uso de combustibles fósiles y un mayor incentivo para la adopción de energías limpias, como la eólica y solar. Harris sostiene que estas políticas no solo ayudarán a reducir la huella de carbono de EE. UU., sino que también posicionarán al país como líder en innovación ecológica a nivel mundial.
Donald Trump: Trump, en contraste, plantea una política energética que prioriza la independencia energética mediante el uso de recursos naturales propios, como el petróleo y el gas. Defiende que esta política es crucial para reducir los costos de energía en el país y proteger empleos en sectores como el carbón y el petróleo. Trump sostiene que las políticas climáticas de Harris serían un lastre económico y generarían dependencia de energías inestables, como la solar y eólica, que según él no satisfacen las necesidades del país en su totalidad.