La corrupción en el PSOE parece haberse instalado de forma permanente. Hace unos meses, salió a la luz la noticia de que un juez abriría diligencias contra Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, por presuntos delitos de malversación y corrupción en los negocios.
En paralelo, la Fiscalía Europea tras conocerse que un juez en España iba a investigar a Begoña Gómez, decidió que iba a abrir una investigación a aparte para conocer el paradero de los cientos de millones de euros que Europa había mandado a España, gestionados por la mujer de Sánchez, para reactivar la economía después de la pandemia. A día de hoy, a penas un 15% de dichos fondos se han repartido entre los españoles.
Cuando parecía que este iba a ser el único caso de corrupción que salpicaba a Sánchez, sale a la luz el caso Koldo; un caso en el que los principales protagonistas son el exministro socialista, José Luis Ábalos, su exasesor Koldo García y el empresario Víctor de Aldama.
Este caso comienza en 2020, cuando el asesor de Ábalos contactó con Francina Armengol, presidenta del Congreso de los Diputados y del PSOE, y con el actual ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres. El objetivo de era tener una conversación para hablar sobre la compra test de antígenos y recomendar a ambos una empresa. Pocos días después, ambos adjudicaron contratos a esta compañía, relacionada con García y su trama presuntamente delictiva.
Hazte Oír e Iustitia Europea se presentaron como acusaciones populares en el caso Koldo y solicitaron al juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, que citara como testigo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, después de que en el último informe presentado por la UCO, Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, se relacionase al jefe del Ejecutivo con Air Europa.
En una nota enviada a la prensa de manera junta por parte de ambas instituciones señalaron: “El presidente tendrá que explicar por qué su nombre aparece en un informe en el que se detallan movimientos clave relacionados con el rescate de Air Europa y la intervención de figuras como Víctor de Aldama y Koldo García”.
En esta línea, también han solicitado la declaración de Nadia Calviño, quien, según dicho informe, el 207/2024, “habría participado en reuniones clave con José Luis Ábalos y otros actores implicados en el caso”.
Si el juez acepta esta no sería la primera vez que Sánchez tendría que declarar como testigo en el juzgado, pues el presidente del Gobierno hace escasas semanas declaró con motivo de la imputación contra su mujer.
Ábalos, Aldama y Koldo protagonistas también de la trama de los hidrocarburos
Ahora mismo el juez estudia si hubo mordidas en las adjudicaciones de contratos de material sanitario destinados a entidades dependientes de los ministerios de Fomento e Interior, así como a los servicios de salud de los gobiernos de Baleares y Canarias. El juez Ismael Serrano sospecha que pueda haber delitos de organización criminal, cohecho, tráfico de influencias y blanqueo de capitales.
El juez de la trama sitúa a Ábalos como el intermediario para vender 2,6 millones de mascarillas al Gobierno de Baleares por 3,7 millones de euros. En aquel momento, el ejecutivo autonómico era liderado por la actual presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol.
Ahora sale a la luz que la trama Koldo no estuvo operativa únicamente con la compra irregular de mascarillas en la pandemia. Sus metas eran más ambiciosas y se adentraron en el sector de los hidrocarburos, con el fin de defraudar a Hacienda el pago del IVA.
Según varios testimonios recabados por The Objective, el cabecilla de la trama, Víctor de Aldama, y el exasesor del ministro de Transportes, Koldo García, quienes se valieron de Ábalos para poder obtener licencias de operadoras de hidrocarburos a través de los ministerios de Industria y Transición Energética. Este es el vínculo que une a la trama Koldo, la presunta red de cobro de comisiones ilegales por la venta de mascarillas, con la trama de los hidrocarburos, en la cual el exministro Ábalos y su asesor, Koldo García, ejercieron de mediadores.
La UCO tras varios meses investigando procedió a la detención del empresario Víctor del Aldama, quien ahora mismo se encuentra en prisión sin fianza. El Ministerio Público en una nota de prensa informó de que se estaba llevando a cabo una operación policial contra una supuesta organización criminal que contaba con una “serie de entramados societarios instrumentales, utilizados tanto para el fraude contra la Hacienda Pública como para el blanqueo de los fondos ilícitamente obtenidos”.
El empresario Víctor de Aldama se encuentra en prisión sin fianza
“A diferencia de otras organizaciones criminales comunes, el tipo de estructura criminal sobre el que se está trabajando, conlleva una elevada complejidad para la investigación, ya que su actividad en un sector legal como el de los hidrocarburos, sumado a los millonarios beneficios obtenidos en periodos de tiempo muy cortos, permiten a estas organizaciones posicionarse en determinados estamentos con diferentes esferas de poder, consiguiendo una alta capacidad de corrupción sobre funcionarios de la Administración”, sostiene Anticorrupción.
Ahora, hace escasos días un empresario involucrado en la trama de los hidrocarburos ha decidido hablar sobre la estructura interna de este caso de corrupción y del papal de Ábalos y de Aldama.
The Objective, ha hablado en exclusiva con dos socios del cabecilla de la trama Koldo tras su detención este lunes en el marco de una operación contra el fraude del IVA en los hidrocarburos. Y uno de ellos incluso ha accedido a narrar su experiencia delante de las cámaras, si bien manteniendo el anonimato para evitar posibles represalias.
Ambos coinciden en su relato: el empresario Claudio Rivas habría usado a Víctor de Aldama para conseguir del Gobierno una licencia como operadora de hidrocarburos para la compañía Villafuel. Y este le habría pedido a cambio 600.000 euros.
“Esos 600.000 euros se le pagaron a Aldama mediante transferencias y entregas de dinero en efectivo”, señala uno de los empresarios entrevistados. “Nosotros llevamos 90.000 euros a Ferraz porque Aldama no podía, fueron dos pagos en efectivo en octubre de 2020 y los llevamos en una bolsa de plástico dentro de una bolsa de cartón, 45.000 euros en cada ocasión”, añade en el vídeo exclusivo publicado por The Objective.