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22 Dic 2024
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Hezbollah: terrorismo con alcance internacional

La agrupación terrorista e Israel se encuentran en un momento de gran tensión, con un aumento bélico que se remonta a 2006
El líder de Hezbollah

Hezbollah, conocido como el «Partido de Dios», es una organización compleja con múltiples facetas. Se le identifica comúnmente por cuatro roles principales: partido político, milicia de resistencia, organización terrorista y entidad social. Sin embargo, esta descripción puede resultar insuficiente para abarcar su influencia y capacidad, que ha sido un actor clave en la región, enfrentándose a potencias mundiales y manteniéndose relevante durante décadas.

El respaldo histórico de Irán y Siria ha sido crucial, permitiéndole desarrollar un robusto aparato de seguridad, operar como una fuerza política y establecer una extensa red de servicios sociales en el Líbano. En este país, a menudo se le describe como un «estado dentro del estado». Así, se presenta como una resistencia contra las acciones de Israel y la intervención occidental en Medio Oriente, aunque para Estados Unidos y la Unión Europea es visto como una organización terrorista que amenaza la estabilidad regional.

El surgimiento de Hezbollah se remonta a principios de los años 80, durante la ocupación israelí del Líbano. No obstante, eventos anteriores jugaron un papel significativo en su formación, incluyendo el regreso de estudiantes y clérigos chiítas del Iraq en los años 70, la guerra civil libanesa de 1975, la desaparición de Musa Sadr en 1978 y la revolución iraní de 1979.

A principios de los 80, miembros de la Guardia Revolucionaria de Irán comenzaron a llegar al Líbano para supervisar la movilización, reclutamiento, educación religiosa y entrenamiento militar de los chiítas libaneses. La ocupación israelí de 1982, que buscaba eliminar a los militantes palestinos en el sur del Líbano, llevó a una fractura entre los líderes. Aquellos que abogaban por una respuesta militar y la creación de un estado islámico inspirado en Irán rompieron con el movimiento Amal, predominante entre los chiítas, y formaron Al Amal al Islamiya. Con el respaldo de Irán, extendieron su influencia desde el valle de Bekaa hasta los suburbios del sur de Beirut.

Aunque, uno de los papeles más importante lo desarrolló Hassan Nasrallah, quien antes de convertirse en el líder de Hezbollah, era miembro de Al Dawa al Islamiya. Este movimiento, inspirado por el clérigo iraquí Mohammed Baquir al Sadr, evolucionó hasta convertirse en un partido político. Entre sus miembros notables se encuentra el ex Primer Ministro de Irak, Nouri al Maliki.

Un movimiento de resistencia contra Israel

El debate sobre su naturaleza se centra en su origen como movimiento de resistencia, justificado por la ocupación israelí del Líbano. Sin embargo, detractores de esta visión subrayan los vínculos preexistentes con Irán. Según Neriah y Shapira (2012), tras la Revolución Islámica de 1979, Irán buscó exportar su revolución, y Líbano, con su considerable comunidad chií, resultó ser el lugar ideal.

Durante los años 70, líderes revolucionarios iraníes utilizaron Líbano como refugio y centro de entrenamiento. La invasión israelí de 1982 fue un punto de inflexión, cuando Irán envió a unos 1.500 miembros de la Guardia Revolucionaria, liderados por Ahmad Mutavassilian, con el objetivo de entrenar a nuevos revolucionarios. Entre los formados se encontraba Abbas Moussawi, quien más tarde se convertiría en el segundo líder de Hezbollah.

En 1985, el grupo publicó su primer manifiesto, delineando su ideología y objetivos. Esta declaración fue revisada y redefinida en noviembre de 2009 con la publicación de un nuevo manifiesto por el entonces líder, Hassan Nasrallah, reflejando la evolución del movimiento y sus aspiraciones contemporáneas.

En octubre de 1983, ataques suicidas dirigidos contra la embajada de Estados Unidos y el cuartel de los Marines en Beirut, que resultaron en la muerte de 258 estadounidenses, consolidaron la reputación de Hezbollah como líder de la resistencia chií. Este evento llevó al presidente Ronald Reagan a retirar a los Marines estadounidenses, quienes estaban en el Líbano como parte de una fuerza de paz internacional.

El año 2000 marcó un hito significativo cuando logró que Israel se retirara del Líbano. Cinco años más tarde, en 2005, surgieron importantes protestas, tras el asesinato del Primer Ministro suní, Rafiq Hariri, con cinco miembros de Hezbollah siendo juzgados en rebeldía por su implicación.

Un año después, salió fortalecido de su enfrentamiento de 34 días con Israel en 2006. Durante esta guerra, que duró un mes de verano, el grupo militante lanzó miles de cohetes contra territorio israelí y utilizó armamento anti-buque y anticarro sofisticado, presuntamente suministrado por Irán. El conflicto culminó con un alto al fuego mediado por la ONU en agosto de ese año.

La expansión geográfica y base de Hezbollah

Su alcance se ha expandido más allá, involucrándose en conflictos en Siria e Irak. En 2013, el líder Hassan Nasrallah declaró públicamente que sus fuerzas lucharían por la supervivencia del régimen de Bashar al-Assad en Siria, un antiguo aliado del grupo. «Esta lucha es nuestra… y te prometo la victoria», afirmó Nasrallah en un discurso televisado en junio de ese año. Más de un millar de combatientes ayudaron a las fuerzas sirias a recuperar la estratégica ciudad de Qusayr, y continúan formando a decenas de miles de combatientes para apoyar al régimen de Assad.

En su esfuerzo por eliminar el sofisticado armamento de la agrupación terrorista, Israel ha ejecutado múltiples ataques aéreos en territorio sirio. Estas ofensivas tienen como objetivo principal evitar que el grupo militante chií reciba armas avanzadas.

Tanto Estados Unidos como la Unión Europea han señalado a la Fuerza Quds de Irán, una unidad de élite de la Guardia Revolucionaria, por su papel en el suministro de apoyo material a Hezbollah y a las fuerzas sirias.

Imagen: en verde los países que consideran terroristas a Hezbollah

Ideología y posicionamiento histórico

En 1985, Hezbollah presentó su manifiesto fundacional, comprometiéndose a la lealtad hacia el líder supremo de Irán, el Ayatollah Ruhollah Jomeini. En el documento, la organización abogó por el establecimiento de un régimen islámico, la expulsión de Estados Unidos, Francia e Israel del Líbano y la destrucción del Estado de Israel.

El manifiesto establece: «la entidad sionista es agresiva desde su creación, construida sobre tierras arrebatadas a sus legítimos dueños, en detrimento de los derechos del pueblo musulmán. Nuestra lucha continuará hasta que esta entidad deje de existir. No reconocemos ningún tratado con Israel, no habrá cese al fuego ni acuerdos de paz, ya sean separados o multilaterales

Aunque los principios descritos en el manifiesto de 1985 los siguen guiando, sus líderes han adaptado sus posiciones para reflejar los cambios en la política doméstica e internacional. Basándose en tradiciones culturales y religiosas chiíes, y en una ideología inspirada en el Ayatollah Jomeini y otros clérigos, se presenta como defensor de los oprimidos frente a la injusticia de los poderosos, especialmente Estados Unidos e Israel.

Además, los líderes sostienen que la política exterior de Estados Unidos busca consolidar su hegemonía política y económica bajo el pretexto de combatir el terrorismo. Esta visión refuerza su retórica de resistencia y lucha contra lo que consideran una dominación injusta.

El 30 de noviembre de 2009, Sayyid Hassan Nasrallah, secretario general de Hezbollah, ofreció un discurso televisado en el que presentó un extenso documento político. Este discurso, visto como una actualización del manifiesto de 1985, subrayó la visión política del grupo, sus aspiraciones y preocupaciones. Nasrallah abordó varios temas esenciales que reflejan tanto la ideología como sus objetivos:

  • Posición frente a Estados Unidos, Israel y la Comunidad Internacional: Nasrallah reafirmó la postura intransigente hacia Estados Unidos e Israel. El grupo sigue considerando al estado israelí como ilegítimo y no reconoce su existencia. La postura de en el conflicto árabe-israelí y la cuestión palestina permanece inflexible, viendo estos temas como puntos de imposible acuerdo.
  • Relación con Irán y relaciones regionales: el líder destacó la estrecha relación del grupo con Irán, al que ven como un modelo de libertad e independencia. Nasrallah también expresó el deseo de mantener buenas relaciones entre Siria y Líbano, subrayando la importancia de la cooperación regional.
  • Provisión de seguridad en el Líbano: Nasrallah afirmó que Hezbollah juega un papel crucial en la provisión de seguridad en el Líbano, presentándose como un movimiento de resistencia capaz de suplir las carencias del ejército libanés frente a una posible invasión israelí. Recordó el éxito de esta fórmula durante el conflicto de 2006, pero señaló que la tarea sigue incompleta hasta que todas las zonas ocupadas sean liberadas (las Granjas de Shebaa, Kfar Shouba Hills, y el norte de la ciudad de Al Ghajar).

Justificación de su resistencia frente a Israel

Hezbollah ha buscado justificar históricamente sus acciones como una legítima resistencia frente a la ocupación israelí del territorio libanés y la intervención estadounidense en la región y en el Líbano. Sin embargo, algunos eventos como la guerra de 2006 contra Israel y los enfrentamientos armados en mayo de 2008 con otros grupos libaneses han complicado su apelación a la legitimidad, más allá de su núcleo de seguidores.

Por otro lado, su participación en la guerra civil siria añadió una nueva capa de críticas, desafiando su narrativa de resistencia. A pesar de la retirada israelí en 2000 y el apoyo de Estados Unidos al Estado libanés desde 2006, el upo sigue justificando su existencia militar y sus capacidades defensivas. La organización argumenta la necesidad de estar preparados frente a posibles acciones israelíes debido a las zonas aún en disputa y la percibida debilidad del ejército libanés.

Estructura de Hezbollah: organización y liderazgo

El Secretario General de Hezbollah es designado por el Consejo de la Shura, compuesto por siete miembros. Este consejo supervisa cinco subcomités o asambleas que gestionan las principales actividades del grupo:

  • Asamblea Política: maneja las relaciones con políticos y actores internos.
  • Asamblea de la Yihad: se encarga de las actividades de resistencia, incluyendo el reclutamiento, entrenamiento, equipamiento militar y seguridad.
  • Asamblea Parlamentaria: analiza legislaciones y coordina las actividades en el Parlamento.
  • Asamblea Ejecutiva: administra y organiza actividades generales, sociales, culturales y educativas.
  • Asamblea Judicial: establece reglas religiosas y medía en conflictos entre miembros y comunidades de Hezbollah.

¿Qué es el Consejo de la Shura?

El Consejo de la Shura es un órgano consultivo o deliberativo que se encuentra en diversas organizaciones y gobiernos dentro del mundo islámico. La palabra «shura» proviene del árabe y significa «consulta». En el contexto de Hezbollah, el Consejo de la Shura es la entidad más alta dentro de la estructura organizativa del grupo.

Características y funciones del Consejo de la Shura:

  • Máxima Autoridad: es el órgano supremo de toma de decisiones, responsable de las principales políticas y estrategias del grupo.
  • Composición: generalmente está compuesto por un número reducido de miembros, , quienes son seleccionados entre los líderes más influyentes y de confianza del grupo.
  • Elección del Secretario General: uno de los roles críticos del Consejo de la Shura es la elección del Secretario General de Hezbollah. Este es el líder principal del grupo, encargado de la dirección general y la representación.
  • Subcomités o Asambleas: dentro del Consejo de la Shura, existen subcomités o asambleas especializadas que se encargan de distintas áreas de actividad.
  • Toma de Decisiones: las decisiones se toman a través de un proceso consultivo, donde los miembros del consejo deliberan sobre las políticas y estrategias más adecuadas para el grupo.
Imagen: líder de Hezbollah

Hassan Nasrallah ha sido el Secretario General de Hezbollah desde 1993, tras el asesinato del cofundador Abbas al-Musawi por Israel. Formó parte del precursor ideológico de Hezbollah, al-Dawa al-Islamiya (La Llamada Islámica), un grupo militante inspirado por el clérigo iraquí Mohammed Baqir al-Sadr. Entre los miembros destacados del liderazgo se encuentran Naim Qassem, segundo al mando, y Hussein al-Khalil, asesor político de Nasrallah.

Imad Fayez Mugniyah, durante más de veinte años, fue el cerebro detrás de las operaciones terroristas a nivel mundial. Mugniyah se unió en sus inicios y rápidamente ascendió de posición. Si embargo, fue asesinado en un atentado con coche bomba en Damasco en febrero de 2008. Por aquel entonces se culpó a Israel por el ataque, aunque el gobierno israelí ha negado cualquier implicación.

Fuentes de financiación del grupo

Hezbollah depende en gran medida de Irán como su principal fuente de financiación, recibiendo entre 100 y 200 millones de dólares anuales. Sin embargo, es reseñable destacar que una segunda fuente de ingresos proviene de las donaciones de libaneses chiíes en todo el mundo, cuyo monto es difícil de precisar pero se estima en más de 10 millones de dólares según algunos informes (Taylor, Cirino, Elizondo, Wawro, Delamer, 2004).

También obtiene ingresos significativos a través de donaciones de seguidores en la denominada Triple Frontera en Latinoamérica, una región que abarca Estados Unidos, América del Sur, Europa y África Occidental. Se ha documentado el transporte de grandes sumas de dinero en efectivo, como en el caso de un avión que llevaba 2 millones de dólares del Líbano a Benín.

Aunque, la agrupación tiene otros métodos de financiación como el narcotráfico, un fenómeno conocido como narcoterrorismo. En los años 90, la organización se centraba en el tráfico de heroína desde el Líbano y Siria hacia grupos criminales europeos a través del Mediterráneo. Recientemente, se ha desplazado hacia el tráfico de cocaína desde América hacia Europa, utilizando rutas a través del Caribe y África (Neriah y Shapira, 2012).

Además, Hezbollah ha establecido operaciones en África, particularmente en Liberia, donde ha colaborado con las FARC de Colombia. De hecho, hasta que fue descubierto, utilizaba un elaborado esquema de lavado de dinero a nivel mundial para encubrir eficazmente sus ingresos derivados de diversas actividades ilícitas.

Esta diversificación en las fuentes de financiación subraya su habilidad para adaptarse a diferentes entornos y continuar financiando sus operaciones a nivel global. Podemos encontrar algunos ejemplos:

En octubre de 2008, las autoridades colombianas desmantelaron una red de contrabando de cocaína, vinculando los ingresos de la venta de drogas a la financiación de Hezbollah. En 2008, en el aeropuerto de Frankfurt, la policía alemana encontró 8,7 millones de euros en el equipaje de ciudadanos libaneses, acompañados de trazas de cocaína. En enero de 2010, las autoridades alemanas detuvieron a dos sospechosos en Frankfurt por cooperar con cuatro libaneses, quienes presuntamente introdujeron casi 10 millones de euros en ganancias por la venta de drogas.

En 2011, el gobierno de EE.UU. confiscó las ganancias mensuales de aproximadamente 200 millones de dólares del narcotraficante Ayman Joumaa, quien tenía vínculos con los terroristas. Estas ganancias eran canalizadas a través del Lebanese Canadian Bank (LCB), que fue señalado en febrero de 2011 por el Departamento del Tesoro de EE.UU. como implicado en actividades de blanqueo de dinero.

En abril de 2013, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos tomó medidas contra Hezbollah, acusándolo de operar como un cartel de la droga. Dos instituciones financieras libanesas fueron incluidas en la lista negra por transferir decenas de millones de dólares al grupo terrorista. Posteriormente, funcionarios estadounidenses confirmaron que uno de los bancos acordó pagar 102 millones de dólares para resolver una demanda por lavado de dinero. En junio de 2013, cuatro hombres libaneses fueron sancionados por actuar como «embajadores» del grupo en África occidental.

Número de miembros pertenecientes al grupo

No existen cifras exactas sobre el número total de miembros. Se han mencionado diversas estimaciones que varían considerablemente entre sí. Por un lado, se habla de una posible presencia de 10.000 combatientes del grupo en Siria, una cifra que algunos analistas consideran inflada y destinada a exagerar sus capacidades operativas.

Por otro lado, algunos informes sugieren que la fuerza de combate total podría situarse entre 20.000 y 30.000 personas, de las cuales un 25% estaría a tiempo completo, según fuentes no identificadas. En contraste, oficiales libaneses han cifrado el total de miembros en alrededor de 5000, una estimación que coincide con otras fuentes como Shapira (2012), quien también menciona entre 5.000 y 6.000 miembros. En su informe anual «Country Reports» de 2013, el Departamento de Estado de Estados Unidos simplemente menciona «varios miles» de miembros y simpatizantes del grupo en todo el mundo. Mientras tanto, el International Institute for Strategic Studies sitúa la cifra entre 15.000 y 20.000.

En 2006, Mustafa Alani del Gulf Research Center estimó que había alrededor de 1.000 soldados a tiempo completo y entre 6.000 y 10.000 voluntarios asociados a Hezbollah. Además de estos números, se debe considerar el elevado número de simpatizantes y voluntarios en todo el mundo que apoyan las actividades del grupo.

Hezbollah también emplea grupos subsidiarios como las brigadas libanesas de resistencia Saraya al-Muqawama al Lubnaniya, entrenadas militarmente y activadas para enfrentar amenazas tanto internas como externas, como las provenientes de Daesh y Al-Nusra en Siria y el Líbano (Zambelis, 2014).

Imagen: ejército de la organización

Modo de actuación y atentados

Hezbollah introdujo una táctica innovadora con el uso de ataques terroristas suicidas, aunque la idea de emplear cinturones explosivos fue pionera entre los Tigres Tamil. La capacidad de innovación del grupo quedó demostrada nuevamente en un presunto ataque con drones contra al Nusra.

Mughniyed, histórico líder militar y del aparato terrorista (Islamic Jihad), fue el arquitecto de los ataques suicidas. Él reclutó al primer suicida, Ahmad Qasir, un joven de 17 años que se inmoló en el primer ataque a los cuarteles israelíes en Tyre el 11 de noviembre de 1982, causando la muerte de 75 oficiales y 14 prisioneros. A partir de entonces, se sucedieron los ataques contra cuarteles de Estados Unidos y Francia, así como la Embajada estadounidense en Beirut, resultando en 362 víctimas mortales. Entre 1982 y 1985, eliminó a 197 soldados israelíes usando esta táctica.

El ideólogo del grupo, Muhammad Hussein Fadalallah, afirmó que estas operaciones solo debían llevarse a cabo si se esperaba un cambio político significativo. Este fue el caso con Estados Unidos y Francia, que se retiraron del Líbano, y con Israel, que se vio obligado a replegarse. Posteriormente, este método fue adoptado por grupos terroristas palestinos.

El secuestro de aviones comerciales ha sido una táctica clásica, aunque ha disminuido debido a las mejoras en la seguridad aérea. Estos secuestros tenían objetivos políticos, como el caso del vuelo de TWA en 1985 y los secuestros de aviones kuwaitíes en 1984 y 1988, que buscaban la liberación de militantes chiíes presos en Israel y Kuwait. El secuestro del vuelo de TWA resultó en la liberación de 700 chiíes en Israel, aunque Israel negó cualquier conexión.

En la década de 1990,  adoptó nuevas tácticas, según Sousa (2014). Tres de las principales estrategias fueron: bombas en carreteras, misiles antitanque y cohetes Katyusha. Paralelamente, el grupo desarrolló su infraestructura de servicios sociales y económicos para ganar el apoyo de los ciudadanos, una estrategia esencial para cualquier grupo insurgente o de resistencia. Esta táctica también requería un aparato de propaganda efectivo.

Las bombas en carreteras (roadside bombs, RSB) se usaron para aterrorizar a los soldados israelíes. En 1998, 60 de estas bombas mataron a 16 soldados e hirieron a 50, representando el 30% de las bajas israelíes ese año. En 1999, estas bombas causaron el 75% de las bajas, con 23 muertes. Aunque no eran completamente letales, las bombas RSB afectaban psicológicamente a los soldados y obligaban a cambios en las patrullas. Los tanques Merkava se volvieron obsoletos debido a los ataques de misiles, convirtiéndose en blancos claros.

Los cohetes Katyusha, aunque menos letales, tenían un objetivo estratégico diferente: aterrorizar a la población civil. Entre 1990 y 2000, más de 4.000 cohetes fueron lanzados contra ciudades del norte de Israel. Estos ataques influían en la opinión pública, generando sectores que, debido a la capacidad de resistencia, proponían abandonar la zona.

En la actualidad, ha ampliado sus capacidades más allá de las formas convencionales. Además de sus habilidades en infantería y misiles, ahora cuenta con unidades más grandes y es capaz de realizar enfrentamientos en campo abierto en Siria, así como operaciones ofensivas en entornos urbanos. Por un lado, han entrenado al ejército sirio en técnicas de guerrilla, mientras que también han mejorado sus capacidades en mando y control, inteligencia y coordinación en combate con otras fuerzas.

Además, el uso de drones ha llevado al grupo a una nueva fase de innovación en sus acciones. Hezbollah ha empleado estas armas y tácticas con el objetivo de causar el mayor impacto psicológico y físico posible en los israelíes, además de lograr su retirada de «tierra islámica».

La relación de Hezbollah con Hamas

Con el objetivo de destruir el Estado de Israel, colabora estrechamente con otras organizaciones islámicas militantes, como Hamas. Esta cooperación se evidencia en la presencia de una «embajada» de Hamas en Teherán. En 1992, se formalizó un acuerdo de cooperación entre Irán, Hezbollah y Hamas.

En 2002, se descubrió que Irán estaba implicado en numerosos intentos de lanzamiento de cohetes hacia Israel, realizados por miembros de Hamas y la Jihad Islámica, quienes habían recibido entrenamiento en campamentos iraníes. El tráfico de armas entre Líbano, Irán y Gaza ha sido constante, como lo demuestran los casos de las embarcaciones Santorini, Karin A, Abu-Hassan y Victoria, que transportaban misiles tierra-aire, morteros, rifles, municiones y explosivos.

Para Hamas, esta colaboración representa una oportunidad para mejorar sus capacidades operativas, adquirir nuevas armas y tecnologías, y aprender de la integración de capacidades militares con aspiraciones políticas. Para Hezbollah, apoyar la causa palestina es parte de la estrategia global de Irán, permitiendo atacar a Israel indirectamente y con menor riesgo. Formar activistas y enviarlos a Gaza o Cisjordania abre nuevos frentes contra Israel. Además, la causa palestina atrae popularidad y simpatía en Oriente Medio y más allá, reforzando la narrativa de éxito del grupo.

Imagen: relación entre las bandas terroristas

Los lazos entre Hezbollah y Al Qaeda

Un exmiembro de Al-Qaeda, capturado y condenado por los atentados contra las embajadas de EE.UU. en Kenia y Tanzania, reveló conexiones entre Hezbollah y Al-Qaeda. Ali Muhammad declaró que “proporciona entrenamiento en el uso de explosivos a Al-Qaeda» y que él mismo había organizado una reunión entre el jefe de la organización y Osama bin Laden en Sudán.

En 2002, líderes de Hezbollah, Al-Qaeda y Hamas se habrían reunido en el Líbano para planificar ataques conjuntos contra Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel. Este tipo de colaboración ilustra cómo, al igual que los actores estatales, las diferencias ideológicas no siempre impiden la formación de alianzas para alcanzar objetivos comunes o enfrentarse a enemigos compartidos.

Sin embargo, es fundamental distinguir entre Hezbollah y el terrorismo global suní, como Al-Qaeda, ya que, a pesar de posibles vínculos puntuales, existen claras diferencias en alcance y objetivos entre estas organizaciones.

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