La decisión de destinar 1.100 millones de euros para apoyar a Ucrania ha generado preocupación por el impacto financiero inmediato y por las posibles repercusiones a largo plazo en áreas clave como el gasto social y la estabilidad política.
El partido Podemos ha sido uno de los más críticos con esta medida, argumentando que el aumento del gasto militar podría desencadenar recortes significativos en programas sociales esenciales. Según sus estimaciones, este incremento podría traducirse en un recorte de hasta 15.000 millones de euros en el presupuesto público, lo que afectaría negativamente a áreas como la educación, la salud y las pensiones.
Estrategia electoral de Montero
La líder de Podemos, Irene Montero, ha utilizado esta cuestión como un punto central en la estrategia electoral del partido, posicionándose como una fuerza anti-OTAN y advirtiendo sobre los supuestos acuerdos del PSOE con sectores de derecha tanto a nivel nacional como europeo. Montero ha señalado que el aumento del gasto militar no solo compromete los valores de paz y cooperación internacional defendidos por Podemos, sino que también revela una falta de prioridad en la protección de los derechos sociales de los ciudadanos españoles.
Por otro lado, el partido Sumar también ha expresado su preocupación por el aumento del gasto militar, aunque desde una perspectiva ligeramente diferente. Si bien comparten la crítica hacia el gobierno por su falta de transparencia en la gestión de este asunto, su principal foco de atención se centra en la necesidad de romper relaciones diplomáticas y comerciales con Israel, en lugar de centrarse exclusivamente en el conflicto en Ucrania.
El aumento del gasto militar también ha exacerbado las tensiones dentro del propio gobierno de coalición, con Unidas Podemos presionando al PSOE para que adopte una postura más crítica hacia la OTAN y sus aliados. Este enfrentamiento interno refleja las divisiones ideológicas y estratégicas dentro del espectro político , así como la complejidad de mantener una coalición estable en un contexto de crisis económica y tensiones geopolíticas crecientes.