Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, ha criticado la propuesta de otorgar un «tratamiento especial» en la financiación autonómica a Cataluña por parte del Gobierno de España. En declaraciones recientes, García-Page afirmó: «Solo faltaría que encima toda la fiesta independentista la terminemos pagando entre todos».
El presidente autonómico respondió directamente a las declaraciones de María Jesús Montero, vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, quien había sugerido que Cataluña debería recibir un trato financiero diferenciado. García-Page expresó su desacuerdo con la idea de que Cataluña merezca un tratamiento especial, enfatizando que «singulares somos todos», aludiendo a la singularidad financiera que algunos proponen para Cataluña.
Durante un evento conmemorativo del 40 aniversario del servicio de hemodiálisis del Hospital Universitario de Guadalajara, García-Page subrayó las diferencias entre Madrid, una única provincia con 7 millones de habitantes, y Castilla-La Mancha, compuesta por cinco provincias y una población total de 2.100.000 habitantes. Ejemplificó la disparidad en la atención sanitaria primaria entre Cuenca y Fuenlabrada, destacando que mientras Cuenca requiere 50 centros para la misma población que Fuenlabrada atiende con cinco, las necesidades son significativamente distintas debido a la distribución geográfica y demográfica de Castilla-La Mancha.
Page en contra de la Ley de Amnistía
Por otro lado, Emiliano García-Page ha criticado la idea de diferenciar entre comunidades autónomas, considerándola no como una singularidad, sino como una ofensa. En sus palabras: “La gran diferencia que hay, y no es una singularidad, es una ofensa, es que aquí no gastamos ni un solo euro en tener embajadas en el extranjero”. También ha denunciado que esta propuesta podría conducir a la ruptura de España, calificándola como «una propaganda para romper España».
El presidente de Castilla-La Mancha ha subrayado su rechazo hacia la posible concesión de un trato fiscal favorable a Cataluña desde su partido, argumentando que le ofende cómo se presenta a la extrema derecha catalana, es decir, a Puigdemont, en este país.
Emiliano García-Page ha afirmado que este tipo de decisiones no deben ser consentidas bajo ninguna circunstancia y que sería demasiado alto el precio por mantener un equilibrio político. Esta no es la primera ocasión en la que Page se opone públicamente a una decisión del Gobierno central, como fue el caso de la propuesta y aprobación de la ley de amnistía, respecto a la cual ha expresado su intención de recurrirla ante el Tribunal Constitucional.