«Se trata del sacerdote de la parroquia de San Sebastián en la localidad extremeña de Don Benito. Quién no solo traficaba con viagra, sino que también lo hacía con otros «potentes afrodisiacos».
La Guardia Civil ha detenido a un sacerdote y a su pareja, en el marco de una investigación contra el tráfico de Viagra, un medicamento utilizado para tratar la disfunción eréctil, junto con otros «potentes afrodisíacos» en esta localidad pacense. La investigación no ha finalizado la investigación y se ha decretado el secreto de las actuaciones.
Según ha establecido la agencia EFE, el detenido es el cura de la parroquia de San Sebastián y las detenciones tuvieron lugar el pasado lunes, cuando los efectivos de la Guardia Civil se presentaron en la vivienda anexa a la parroquia, donde residían. En el registro de la casa los agentes se incautaron de abundante material estimulante.
Las detenciones supusieron la culminación a unas pesquisas que iniciaron hace meses después de que los agentes de la Guardia Civil tuvieran conocimiento de las presuntas actividades ilícitas del sacerdote y su pareja. Al parecer, era continuo el trasiego de personas en la casa sacerdotal, ubicada en la misma parroquia en la que el detenido oficiaba los actos religiosos.
La protección que el cura creía que le daba su posición hacía que actuara con impunidad.
Se cree que los detenidos forman parte de una organización o trama mayor de trafico de medicamentos. Pese está previsto que el Obispado de Plasencia publique un comunicado a la mayor brevedad posible.
Los riesgos del consumo de viagra sin prescripción médica.
La viagra es un medicamento que se empezó a comercializar en 1998 por la compañía Pfizer, su efectividad al tratar la disfunción eréctil lo ha convertido en uno de los medicamentos con más éxito en el mercado. Pese a todo, se trata de un medicamento que debe ser prescrito por los sanitarios, no es por tanto posible acceder a el sin prescripción médica.
Hay que además tener en cuenta que situaciones como las descritas anteriormente suponen un elevado riesgo para los adquirentes. Las personas que lo consuman pueden enfrentarse a una dependencia psicológica del fármaco, así como a los efectos secundarios propios de su ingesta como dolores de cabeza, estómago, espalda o musculares, náuseas, mareos, sarpullidos o cambios en la visión del color y visión borrosa, entre otras cosas, tal y como se desprende del prospecto del mismo.
También no se recomienda su uso a personas con problemas cardiacos o relacionados con el torrente sanguíneo, ya que su uso puede causar una bajada drástica de la presión sanguínea.
