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El PP ha interpretado el reciente acuerdo con el PSOE para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a su favor, sugiriendo que podría modificar el sistema de elección de los jueces. Sin embargo, Sumar y el PSOE coinciden en que este pacto no cumple con la principal demanda del PP: permitir que los jueces elijan a sus representantes sin intervención legislativa. El PSOE enfatiza que lo acordado es solo valorar un posible cambio de modelo, sin especificar en qué términos.
La cautela del PSOE ante el acuerdo
Después de cinco años y medio, el PSOE finalmente ha alcanzado un acuerdo con el PP para renovar el órgano de gobierno de los jueces. Desde que se estrecharon las manos Félix Bolaños y Esteban González Pons, los socialistas han sido cuidadosos con sus declaraciones para evitar que el PP se retracte. Desde el Gobierno, insisten en que no se ha pactado un cambio en el sistema de elección, sino un diálogo para explorar mejoras, según afirmó Bolaños al firmar el acuerdo.
Objetivos adicionales del Gobierno
El Gobierno busca aprovechar el impulso del acuerdo para cerrar otros nombramientos pendientes con el PP, como los del Banco de España y varias comisiones nacionales. Mantienen una estrategia de discreción en las negociaciones y publicidad en los acuerdos alcanzados, siguiendo su leitmotiv. A pesar del acuerdo, la tensión entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo sigue latente, con Sánchez pidiendo más acuerdos y Feijóo exigiendo la dimisión del fiscal general del Estado.
La perspectiva de Sumar
Desde Sumar, se considera que el PP ha interpretado el acuerdo de manera optimista. Señalan que el pacto no implica un cambio inmediato en la elección de los jueces, sino una propuesta que el CGPJ deberá aprobar por mayoría de tres quintos antes de convertirse en una iniciativa legislativa. Sumar ve este acuerdo como una renovación tradicional, sin compromisos concretos de cambiar la ley para que los jueces elijan a sus representantes sin intervención del Congreso y el Senado.
La dificultad del cambio a pesar del acuerdo
El acuerdo entre PP y PSOE establece un CGPJ con 10 vocales conservadores y 10 progresistas. La mayoría de tres quintos necesaria para cualquier reforma es de 12 vocales, lo que hace improbable que se logre sin consenso. Sumar cree que los vocales progresistas no apoyarán un cambio que elimine al poder legislativo del proceso de selección, lo que dificulta que se adopte el modelo propuesto por el PP. Además, incluso si el CGPJ aprobara la reforma, sería improbable que el Congreso, con el PSOE, la respaldara.