Nacido el 29 febrero de 1968 en Texas, provenía de una familia de emigrantes mexicanos. Julián y Mercedes Ramírez tenían 5 hijos, entre ellos Richard. Julián terminó trabajando como agente ferroviario de Santa Fe, pero el ex-policía, con graves problemas de alcoholismo, solía ser violento con la familia. Los golpes que recibía el pequeño acabaron causándole daños cerebrales que propiciaron que sufriera epilepsia de por vida.
Según sus padres, algunos de estos daños se los propinaba él mismo por accidente. A los dos años una hamaca cayó sobre su cabeza y lo mismo ocurrió a sus 5 años con una cómoda perdiendo el conocimiento.
Miguel «Mike» Ramírez
Una figura que influenció y marcó la infancia de Richard de forma imborrable fue la cercanía de Mike, su primo. Un ex Boina verde y veterano de Vietnam ,quien con orgullo mostraba a Ramírez numerosas fotografías en las que salía cometiendo crímenes contra la humanidad, violando, torturando y posando con cabezas de mujeres cortadas y enseñaba al chico técnicas de matar sigilosas con tan solo nueve años.
La mente del pequeño Richard quedó marcada por la visión de cómo su primo mataba a su esposa delante de él con la frase «así se trata a las zorras» cuando solo contaba con 13 años de edad. Según el análisis psicológico, ese fue el punto final de inflexión para que en su mente el placer y asesinato formaban parte de un todo.
Ya en 1977, aun en secundaria, Richard Ramírez comenzó a verse implicado en varios robos y juicios por posesión de sustancias ilegales que supuso su entrada y salida continua de reformatorios. A partir de aquí la vida de Ramirez solo fue a peor. Conducta violenta, acoso e intentos de violación tras consumir sustancias de todo tipo.
Su primer trabajo fue en un hotel en el que robaba pertenencias de los clientes frecuentemente y del cual acabaron echando por intentar violar a una huésped en su propia habitación.
“Los placeres violentos tienden a tener finales violentos.”R.R
Algunas de sus prácticas comenzaron a ser secuestrar a niños y torturarlos y más tarde soltarlos en apartados parajes para que sufrieran. Aunque no se han reportado más que un caso de acabar con la vida de una niña de 9 años tras violarla, se supone que hubo más casos que no se le pudieron atribuir.
Tras estas prácticas, las cuales solo realizaba por el placer que le proporcionaban, cometió una serie de 13 asesinatos cuyo modus operandi era acecharlas en sus domicilios a las noches, y de ahí su apodo de Night Stalker o merodeador nocturno.
Asesinaba a personas sin importar su sexo, etnia o edad. No seguía ningún tipo de patrón y sumado a que en la época, los recursos policiales eran escasos, resultó mucho más complejo asociarlo a los diversos crímenes, los cuales, de principio, parecían robos con violencia.
Si era una mujer, la violación era sistemática, utilizando aleatoriamente cualquier objeto para acabar con la vida de sus víctimas. Se encontraron armas tan diversas como cuerdas, bates, o cuchillos sin ningún tipo de prevalencia. Así mismo, el propio Richard no seguía ninguna norma en la elección y asesinato de sus víctimas. En algunos casos era muy cuidadoso y en otros casos totalmente descuidado, asociado a impulsos, apareciendo incluso las huellas de sus zapatillas.
Si su base era matar por placer, algunos crímenes fueron excesivamente rápidos, sobre todo en los que utilizaba armas de fuego. Él se justificó de la siguiente manera cuando fue detenido «el diablo me ha enviado para matar» y enseñaba el pentagrama característico que llevaba tatuado en la palma de la mano izquierda.
El gran problema para capturar e identificar a este asesino fue la imposibilidad a la hora de predecir cuándo iba a actuar debido a su inestabilidad la hora de elegir a sus víctimas.
Durante una época se decantó por las mujeres jóvenes y más adelante por parejas de edad avanzada. Su único patrón reconocible, aunque no constante al colarse en una casa en la noche, era el hecho de asesinar al marido de un disparo primero y después violar, torturar y matar a la esposa.
El último de los crímenes cometidos por Ramírez antes de ser atrapado fue el 25 de agosto de 1985. Nuestro protagonista conducía una camioneta Toyota naranja robada evidentemente. Penetró en la casa de la pareja Inés Erikson y su marido a altas horas de la madrugada.
Un vecino, James Romero, sorprendido por la camioneta en el barrio, apuntó su matrícula y llamó a la policía. Este vecino contaba solo con 13 años, y acababa de llegar de un viaje en caravana con sus padres. California en ese momento estaba pasando por una ola de calor y James no podía dormir, por lo que salió a la caravana a buscar un ventilador. Cuando estaba ya en el garaje, oyó unos pasos que se acercaban y lo buscaban. James supuso que era un ladrón y rápidamente subió por la parte trasera a la habitación.
Dentro de la casa, ya seguro, apuntó la matrícula y se quedó con todos los detalles de la persona que veía por la ventana. Los padres alertados llamaron al 911 y proporcionaron todos estos detalles. Al día siguiente la ciudad estaba empapelada con su descripción. Inmediatamente, una mujer lo reconoció y la multitud que allí se encontraba se lanzó contra Richard, teniendo que ser salvado de la muerte por a policía. Así, con 25 años, Richard Ramírez fue arrestado sin fianza por su vinculación en 13 homicidios,5 intentos de homicidio y 14 robos realizados en tres meses entre 1984 y 1985.
Ya en la cárcel, oleadas de fans del psicópata acudían a diario a verlo. Una de sus seguidoras más fieles contrajo matrimonio con el preso en 1996,en una pequeña ceremonia en la prisión. La afortunada esposa fue Doreen Lioy con la cual estuvo casado 16 años.
¿Si la infancia de R.R hubiera sido distinta, el resultado sería el mismo?
“¡Legiones de la noche!, ¡Razas de la noche!, no repitáis los errores del Night Stalker y no concedáis clemencia alguna… Yo seré vengado. Lucifer está con nosotros.” —Richard Ramírez.