Tras la abrumadora victoria de AN en las elecciones francesas, tanto Macron como el Frente Popular han iniciado una estrategia para tratar de evitar la victoria del Partido de Le Pen. Si bien Macron ya ha avisado de su intención de lograr un acuerdo con el Frente Popular para realizar algún tipo de candidatura conjunta, por ahora han optado por no restar apoyo a posibles candidaturas alternativas en ciertas circunscripciones.
De tal manera, ambas formaciones han optado por retirarse de aquellos distritos donde sus formaciones hayan quedado terceras, pidiendo el voto para el candidato que haya estado más cerca de ganar a RN o que, directamente, se haya erigido como el principal. En este sentido, ambas formaciones han mostrado una cercanía extraña, pues durante la campaña la hostilidad había sido latente y constante.
Las declaraciones
Desde el Nuevo Frente Popular han afirmado la necesidad de retirarse para tratar de frenar a AN, a los que consideran contrarios a los valores democráticos y republicanos de Francia. Raphaël Glucksmann, socialista y miembro de la formación, ha afirmado que «Allí donde estemos terceros, nos retiraremos y llamaremos a votar por el candidato que pueda ganarle a AN». De la misma manera, ha llamado a apartar los aspectos políticos más inmediatos del tablero político, pues, en su opinión, «La única cuestión de la semana es poner una barrera para impedir una mayoría absoluta de la Agrupación Nacional».
Desde Renaissance, el partido encabezado por Macron, las declaraciones han ido por la misma línea, abogando por retirar sus candidatos allí donde han quedado terceros. De acuerdo con el comunicado de prensa de la organización, su prioridad política actual es construir una mayoría que pueda evitar que Jordan Bardella se erija con una mayoría absoluta. «Nos retiraremos en favor de candidatos capaces de vencer a la Agrupación Nacional y con quienes compartimos lo esencial: los valores de la República” han apostillado en su declaración a la prensa francesa.
