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Keir Starmer, nacido en Southwark en 1962, representa la esperanza renovada para los laboristas en el Reino Unido. Desde 2020 lidera el centroizquierda británico, tras un periodo turbulento bajo Jeremy Corbyn y un declive electoral significativo. Su trayectoria incluye ser diputado por Holborn y St. Pancras desde 2015 y previamente haber sido director del Ministerio Público de 2008 a 2013.
Pragmatismo y desafíos políticos
Se presenta como un líder pragmático de la izquierda centrada, enfrentando críticas por ser demasiado moderado y carente de audacia. Ha sabido capitalizar el descontento popular hacia los conservadores, evitando controversias y centrando su campaña en temas económicos y la unidad nacional post-brexit.
Posicionamientos claves y críticas internas
El candidato laborista defiende una agenda enfocada en fortalecer el sistema de salud pública y mantener inversiones en investigación y desarrollo, mientras enfrenta críticas internas por cambios en las políticas socialistas y una supuesta purga de miembros más izquierdistas. Starmer también mantiene una postura clara sobre el brexit, descartando cualquier retorno a la UE y apostando por una relación sólida pero independiente con Bruselas.
Retos externos e internacionales
En política exterior, aboga por estrechar la cooperación con la Unión Europea en áreas como la seguridad, aunque descarta la reintegración en el mercado único o la unión aduanera. Sus propuestas han suscitado debate, especialmente en cuanto a la expansión del acuerdo de seguridad para incluir temas económicos y migratorios, lo que genera incertidumbre tanto en el Reino Unido como en Bruselas.
Keir Starmer se presenta como un líder decidido a abrir un nuevo capítulo para el Reino Unido, buscando consolidar el apoyo necesario para un cambio político significativo en las elecciones próximas.
Un programa electoral muy económico
El programa electoral del liderado incluye la construcción de 1,5 millones de viviendas y modificaciones al sistema de planificación urbana para fomentar el desarrollo de infraestructuras y estimular la economía. Además, el líder laborista ha reiterado su compromiso con la defensa de las empresas y la creación de empleo.
Respecto a la política fiscal, el Partido Laborista aspira a un incremento moderado de la recaudación, aproximadamente 10.000 millones de euros. Starmer ha garantizado la eliminación de la exención fiscal para las grandes fortunas no residentes en el Reino Unido, la reintroducción del IVA en las matrículas de colegios privados y la imposición de gravámenes sobre las ganancias del capital privado. Estas medidas están destinadas a ser la principal fuente de ingresos adicionales, ya que, según el candidato, un futuro Gobierno laborista no aumentará los impuestos sobre la renta ni sobre sociedades.