Novak Djokovic avanza en su objetivo de coronarse por octava vez en Wimbledon y así alcanzar el record de Roger Federer, máximo ganador en la catedral. La novedad es que esta vez el serbio no debió entrar al Court Central para escalar en el cuadro debido a una lesión de su oponente, Alex De Miñaur.
El australiano, noveno cabeza de serie en Wimbledon, no logró recuperarse de una dolencia en la cadera que padeció en su triunfo sobre Arthur Fils. Así lo explicó en rueda de prensa: “No es el anuncio que quería hacer, estoy destrozado. Tengo que retirarme por una lesión en la cadera, un desgarro del cartílago que conecta con los aductores. Sentí un crujido durante los últimos tres puntos de mi último partido. Me hicieron una ecografía y confirmó que era la lesión con alto riesgo de empeorar”.
«Este debía ser el partido más importante de mi carrera»
“No es un secreto para nadie que éste debía ser el partido más importante de mi carrera, pero ésta es una lesión singular. Me levanté esta mañana deseando una especie de milagro, pero hay un riesgo grande de agravar la lesión si piso la cancha», agregó.
De esta forma, Djokovic se mete entre los cuatros mejores del certamen y el viernes enfrentará al ganador de Taylor Fritz – Lorenzo Musetti por un lugar en la final del domingo.