La inmigración es un hecho consustancial al ser humano, pues desde que el hombre es hombre ha ido moviéndose por distintos territorios. Más que estar en contra o a favor de la inmigración lo relevante es cómo la gestionamos. Por lo general, son los países ricos los que suelen recibir más inmigración, la población de los países pobres intenta buscarse un sustento de vida fuera de su hogar, y, desde luego, no creo que sea agradable tener que huir de todo lo que conoces.
La inmigración no es ni mala ni buena per se, simplemente es. Si bien, es cierto que hay perfiles de inmigrantes mejores que otros. Europa se encuentra en un momento muy complicado en el que la inmigración se ha convertido en el centro del debate político. Los partidos de “derecha” han hecho de la inmigración su caballo de batalla, y en toda Europa están surgiendo y triunfando estos movimientos.
Durante los últimos años el viejo continente ha recibido una enorme cantidad de inmigración procedente del norte de África, inmigración que está produciendo muchos problemas de seguridad, causa directa del auge de los partidos de “derecha”. Los europeos cada vez se sienten menos seguros en sus propias calles, y sin seguridad no hay nada.
El verdadero problema de esto es la integración de esos inmigrantes, la mayoría de ellos no hablan el idioma del país en cuestión, no tienen nuestras costumbres y profesan una religión completamente diferente a la nuestra. Esto ha producido que en muchas de las grandes ciudades europeas se creen guetos, como en el caso de las banlieue en París. Francia sin duda es el país que más adelantado va en este sentido, aunque muchos franceses también son conscientes de ello, como pudimos ver en los resultados de las últimas elecciones legislativas. Sólo cabe preguntarse qué irá más rápido, si la conciencia de los europeos o la sustitución poblacional.
El problema
Cuando hablo de sustitución poblacional no me refiero a ninguna conspiración, no creo que haya élites conspirando en un salón para sustituir la población europea por la sencilla razón de que no hace falta, los europeos ya han querido suicidarse ellos mismos. Dejar de tener hijos es querer ir al abismo. En el momento en el que los europeos empezaron a tener uno o ningún hijo empezaron a envejecer al mismo tiempo que llegaba población de otros lugares con una media de tres y cinco hijos por mujer.
Hay gente que piensa que esto no es un problema, y podría no ser un problema si no fuera porque actualmente vivimos en régimen políticos que se sustentan en mayorías, y si la mayoría lo refrenda se hará. Muchas de estas personas profesan la religión islámica y para el islam la religión y la política van unidas. Es curioso, porque los regímenes islámicos son seguramente los más reaccionarios y conservadores del planeta, extrema derecha de verdad. Y más curioso es todavía ver a progres, comunistas y liberales apoyar a esta religión en detrimento del cristianismo.
Llegará un momento en que exista una mayoría en Europa que quiera imponer la sharía, pero no mediante golpes de Estado o violencia, sino mediante las urnas, de manera democrática, ¿qué haremos entonces?
1 comentario en “Europa y la inmigración”
«Es curioso, porque los regímenes islámicos son seguramente los más reaccionarios y conservadores del planeta, extrema derecha de verdad. Y más curioso es todavía ver a progres, comunistas y liberales apoyar a esta religión en detrimento del cristianismo.»
Un análisis limpio, objetivo y sin sentimientos. Haciendo hincapié en los indicadores más olvidados de un país en los últimos tiempos: los demográficos. ¡Enhorabuena!