Ábalos y su supuesta trama de corrupción llevan una semana monopolizando tanto las cabeceras de los diarios nacionales como las redes sociales, los vídeos parodiando la grotesca realidad que estamos viviendo en España están corriendo como la pólvora por las redes. Parece ser que no sólo Koldo, exportero de un lupanar y asesor del exministro Ábalos, sino también otras figuras importantes del PSOE, como Salvador Illa y la propia Armengol (actual presidenta del Congreso de los Diputados y tercera figura de autoridad del Reino de España), estarían supuestamente inmersas en una trama de corrupción durante la pandemia.
Es posible que el Gobierno de Pedro Sánchez se encuentre en sus horas más oscuras, el cerco se estrecha y los pesos pesados del partido no pueden hacer otra cosa que achicar agua (como bien hace el alumno aventajado de Sánchez, Félix Bolaños) o correr hacia los botes salvavidas, como las ratas del Titanic. Aunque cabría pensar que este caso de corrupción puede hacer caer al gobierno sanchista, lo cierto es que hace falta mucho más para derrocar al PSOE. Unas mascarillas y un portero de prostíbulo no son suficientes para acabar con 145 años de corrupción y sangre.
El PSOE no juega con las mismas reglas que el resto de los partidos, lleva demasiado tiempo dominando el arte del engaño como para hacerlo. Pero no es solo que controle el tablero y conozca las cartas del enemigo, sino que además tiene los dados trucados. Fue capaz de encerrar a más de 47 millones de personas en sus casas durante tres meses de manera inconstitucional mientras éstas aplaudían, ¿Cómo va a caer por un exministro que tiene más de Torrente que de ministro?
Lo cierto es que el discurso de Ábalos frente a los periodistas fue una auténtica delicia, nos recordó a ese PSOE ochentero sin complejos, descarado y pícaro. Algo que sólo puede pasar en España, un país que pese a estar en un lodazal de corrupción y miseria moral te regala estos magníficos momentos que a uno le sacan una sonrisa. Todo lo que ha hecho el PSOE durante siete años de gobierno habría sido capaz de hacer caer a cualquier gobierno europeo en cuestión de semanas, pero el PSOE es otra cosa, en lo suyo son los mejores.
El PSOE está herido, pero no de muerte. Se recuperará como lo ha hecho durante décadas, pues se desenvuelve entre la miseria moral como pez en el agua. Además, siempre podrá contar con el Partido Popular, que lejos de hacer oposición, ilógicamente parece encontrar siempre la manera de echar una mano a su supuesto contrario.
Seguiremos atentos a las nuevas noticias sobre el “Caso Koldo”, aunque seguramente en unos meses quedará solapado por otro escándalo, y aquí paz y después gloria. ¿Es posible que el PSOE se resienta de esto? Seguramente. ¿El PSOE caerá por esto? Seguramente no. Hay veces que es mejor resignarse y simplemente disfrutar de España, un país que si no existiera habría que inventarlo.