Cinco agentes del grupo de estupefacientes de la Comisaría Nacional de Alcalá de Guadaíra han sido detenidos este martes durante una operación antidroga. La investigación está siendo llevada a cabo por la unidad de Asuntos Internos, pero por el momento, se han revelado muy pocos detalles sobre el caso.
Hasta ahora, se ha conocido que 30 personas han sido arrestadas en el marco de la operación, la cual se ha desarrollado principalmente en el barrio de Rabesa, en Sevilla. Sin embargo, no se han precisado las imputaciones específicas contra los cinco agentes detenidos ni las pruebas que los vinculan directamente con el caso. La operación se encuentra bajo secreto de sumario, y la Policía Nacional ha decidido no adelantar información adicional sobre el asunto.
La información disponible indica que la operación antidroga comenzó a las cinco de la mañana. En ese momento, el jefe de la comisaría instruyó a los agentes destinados en la sede de Alcalá de Guadaíra para que dejaran sus teléfonos móviles y les anunció que se llevarían a cabo varias detenciones en el municipio. Los agentes, sin embargo, no recibieron más detalles sobre la operación en curso.
Asuntos Internos ha llevado la investigación con total discreción
Con el avance de la investigación, los agentes se dieron cuenta de que los detenidos en la operación antidroga eran, en su mayoría, miembros de la propia sección de antidrogas de la Comisaría Nacional de Alcalá de Guadaíra. Esta sección se encarga precisamente de combatir el narcotráfico en Sevilla.
La operación se desplegó tanto en la comisaría como en la barriada de Rabesa, el barrio más deprimido de la ciudad, conocido por su alta presencia de estupefacientes y otras sustancias entre sus residentes. La sorpresa ha sido notable entre los agentes destinados en esta localidad, dado el inesperado giro del caso.
En el último año, la comisaría de Alcalá de Guadaíra ha estado en el centro de la atención mediática debido a conflictos internos. Estos enfrentamientos han involucrado a gran parte del personal con el comisario jefe, quien ha dirigido la operación actual. La situación ha llegado a tal punto que varios policías se encuentran de baja por ansiedad y depresión, tras enfrentarse a expedientes disciplinarios que se abrieron en su contra.